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| Foto / EFE |
Os podría decir que “la clave fue que la alineación del Tata no tenía sentido“. También os podría decir que “Piqué jugó muy mal – que lo hizo, para variar… -, y se echó de menos a Xavi“. Os podría decir también que “esto es muy largo, la Real es un gran equipo y sabemos que cuesta ganarle en su casa“.
Una serie de tópicos absurdos y falsos que nada tienen que ver con la realidad, pues aunque vivamos en una era social donde se pretende relativizar todo – para no asumir nunca la culpa de nada… -, realidad sólo hay una y esta es que el Barcelona está a años luz del Barça que aspiraba a todo, y gracias podemos dar a Pellegrini con su planteamiento y al árbitro del partido de ida en la Copa ante la Real, porque de no ser así, igual hoy estábamos diciendo adiós al único título que nos quedaba.
A mí de todo esto, lo que más me sorprende es llevar tantos puntos. Haber ganado partidos como aquel de Getafe donde empiezas perdiendo 2-0 y sin venir a cuento el rival coloca la defensa casi en el centro del campo concediendo 2 goles en un abrir y cerrar de ojos en acciones rápidas, o el 1-4 ante el Sevilla, donde lo normal hubiera sido como mínimo, un empate del Sevilla. Hoy sucedió lo normal, la Real ganó 3-1 al mismo Barça que algunos decían que “había brillado en Copa“
¿Pero qué dices?, ¿No ves que no estaban ni Cesc, ni Xavi, ni Alves, ni Mascherano? Sí, no estaban. Pero sí estaban en la derrota en casa ante el Valencia por ejemplo. Sí estaban en el Levante 1-1 Barcelona. También estaban en el Atlético 0-0 Barcelona. Cuando se falló ahí, había quien se acordaba de la ausencia de Neymar. Hoy si que estaba Neymar. ¿Echamos de menos a Alexis?, ¿Cambió algo el equipo con las entradas de Fábregas y Alexis? Pues sí, cambió a peor y no recibió más, porque Vela tuvo uno de sus días más erráticos en toda la temporada.
No es una cuestión de si está este o aquel. Es una cuestión “grupal”, no individual. Decir que el Barça en el partido de vuelta ante la Real estaba haciendo un gran partido, es o no tener ni idea de fútbol o insultar a la verdad. Realizar una buena secuencia de pases en zonas de bajo riesgo – es decir, donde no están presionando con intensidad y presencia numérica los rivales -, no es mérito tuyo, si no demérito/planteamiento del rival. La Real en la Copa, tenía que asegurar su sistema defensivo, porque un gol del Barça ponia fin a sus opciones en la eliminatoria, y por eso reculó y aseguró más su zona defensiva, no tomó tantos riesgos reteniendo la pelota, incorporando jugadores al ataque o adelantando la presión en determinadas acciones. La diferencia con el día de hoy es que no había 2-0 previo y por tanto tenían más margen. Aunque fue igual de conservadora, supo tomar más riesgos con la pelota, adelantar más las líneas en momentos de ataque determinados y sobre todo estar bastante más tranquila a la hora de tomar decisiones sobre cuándo salir a presionar y cuándo replegar.
A pesar de todo, yo no daba ni un euro por la victoria de la Real. Su esquema 1-4-4-2 con rombo en el centro del campo, más la lentitud en el giro de sus centrales – que son buenos, pero lentos -, y el planteamiento conservador de Arrasate, debería haber permitido conectar mucho con Messi y encontrar alguna vez a Pedro o Neymar a la espalda de la defensa. Pero prácticamente ni una vez. Messi vivía un día más en medio de una maraña de jugadores – los entrenadores rivales se están dando cuenta de que el Barça casi nunca va por banda y hacen que los centrocampistas se amotinen en la zona central, como fue el caso de hoy (impresionante el partidazo de Zurutuza más allá de su gol) – y acabó yéndose a zona de interiores para ver si rascaba algo. Aún así, es tan bueno que a punto estuvo de salvar al equipo marcando otro golazo en un momento crítico – a los dos minutos de que la Real se adelantara, en lo que parecía otro golpe de “polo pistacho” -, pero esta vez no pudo.
El Barça volvió a mostrar sus problemas para limpiar las jugadas y encontrar profundidad y buenas situaciones en las inmediaciones del área, ante rivales mínimamente bien organizados. Son 3 victorias en los últimos 7 partidos – y gracias al 1-4 surrealista del Pizjuán, porque de no haber sido así, esto ya estaba acabado (que para mí ya lo está desde Octubre, pero bueno…) – y desde luego con el Real Madrid a tres puntos y todavía con el ‘clásico’ del Bernabéu por disputar – dije que el Real Madrid lo ganaría, pero matizo que si les vale el empate, igual acaba en empate, aunque dudo que el Barça pierda más puntos teniendo en cuenta que juega ante Almería, Valladolid y Osasuna las tres próximas jornadas -, la Liga empieza a ponerse francamente difícil.
Para hacerse mirar, la imagen ofrecida en el Calderón, en San Mamés y en Anoeta. Dos derrotas, un empate a cero y ninguna victoria, es el balance en las tres salidas más complejas realizadas en la Liga teniendo en cuenta la posición de los rivales, puesto que no hemos jugado todavía en el Bernabéu, ni en el Madrigal. ¿Será culpa de que faltaba éste o aquel? Claro que no… pero siempre es más fácil recurrir a este tipo de argumentos aunque sean una mentira flagrante, antes que intentar explicar porqué Messi hace meses que no recibe balones en condiciones.
Mientras seguimos repitiendo tópicos y los dictados de los “mandamases” del Barça que reproducen los medios de comunicación deportivos oficiales, seguimos aquí, viviendo con tristeza el segundo año quemado del mejor jugador de todos los tiempos, en la que podría ser su última temporada en el club. La única razón por la que no me atrevo a asegurarlo – diría que si no ganamos nada, estoy convencido de que va a salir -, es porque me parecería tan grave, que intento no creerlo, pero si Guardiola está en Münich y aquí está un tal “Tata” Martino – muy bueno eso de forzar la expulsión hoy, en plan “carácter” y tal… y todo por una amarilla mal sacada a Bartra: QUE LE DEN EL OSCAR YA -, ¿qué queréis que os diga?
No me queda otra que esperar, sumido en la tristeza, a ver como el máximo rival vuelve a hacerse “un Calderón” y se lleva títulos que deberían ser nuestros.
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Cristian Pulina 