Rivaldo, el jugador que me enseñó a desconfiar de los "cracks"

Foto / EFE



Rivaldo me enseñó muchísimo. La enseñanza más valiosa fue, que jamás hay que confiar en los “cracks” y que un equipo nunca debe quedar en manos de los jugadores. Hasta Rivaldo, fue el Mundial de Italia ’90 con la pasión de mi difunto padre italiano, el que encendió la llama del fútbol en mí. Posteriormente la garra y carácter de Stoitchkov y la magia de Romario. Ya me consideraba un gran seguidor del fútbol allá por el 94, pero mi obsesión por este deporte llegó con Ronaldo. Jamás había visto nada parecido.

Incluso hoy, cuando veo a Messi y teniendo claro que por lo que es capaz de hacer más su regularidad durante tantos años, es sin lugar a dudas el mejor de todos los tiempos, tengo dudas sobre quién de los dos sería más determinante en su mejor momento de forma. De lo que no me cabe la menor duda, es que tras Messi, éste Ronaldo, “el de verdad” – y quien no haya podido verlo jugando con el Barça y quiera entender porqué Mourinho dijo esto, que haga click sobre estas líneas – ha sido junto con Maradona y Cruyff, el futbolista más grande de la historia, por mucho que algunos, intenten colarnos otras fantasías…

Para entonces, todavía veía el fútbol como una suma de individualidades. Hacía tiempo que sabía de esquemas y posiciones, pero no prestaba ninguna atención a la táctica, sólo disfrutaba de los jugadores que a mí juicio más destacaban.

Rivaldo, un fichaje de Serra Ferrer, que no se ajustaba al perfil 

Se produjo la dramática salida de Ronaldo, la llegada de Louis Van Gaal y la de Rivaldo, a quien como muchos recordaréis, se le fichó “a petición de Serra Ferrer” que por entonces era el secretario técnico del Barça y creyó que su fichaje era el más adecuado para cubrir la gran necesidad que tenía Van Gaal: “un extremo izquierdo”.

Aquel verano fue muy importante. Todavía hoy creo que la vida de Denilson y del Barça hubiera sido diferente, si el Presidente del Sao Paulo no se hubiera subido a la parra con el precio del jugador. Denilson sí era un extremo puro. Lejos del jugador disciplinado tácticamente que soñaba Van Gaal, pero sí disfrutaba pegado a la banda, desafiando una y otra vez a los laterales del adversario. La operación no se pudo llevar a cabo, Denilson llegó a un Betis que jamás supo aprovecharlo y al Barça llegó Rivaldo.

Rivaldo era claramente un “enganche”. Un jugador para actuar con libertad total. En la Coruña triunfó tanto actuando como extremo (con Toshack), como especialmente como enganche (con Carlos Alberto Silva). El técnico brasileño recuperó el rol que Rivaldo tenía en el Palmeiras y con él, Rivaldo pasó a ser el jugador más destacado de la Liga por detrás de Ronaldo y por encima de Mijatovic y Suker en el Real Madrid o Alfonso en el Betis.

Rivaldo Balón de Oro con Van Gaal, jugando como extremo

A pesar de que Rivaldo era consciente de que venía al Barça para jugar como extremo, tuvo al principio la oportunidad de jugar como enganche, cuando Van Gaal probó por un momento con el esquema 1-4-2-3-1 que no le brindó buenos resultados.

También probó el 1-3-4-3 y acabó asentándose con el 1-4-3-3. Con ese esquema y con Rivaldo como extremo, el Barcelona ganaba la Liga, la Supercopa de Europa y la Copa del Rey en la temporada 97-98, lo que no sirvió a Rivaldo para ser Balón de oro en 1998 porque el Mundial no lo ganó Brasil – y por entonces, esto era clave para llevarse el trofeo -, pero sí lo ganó en 1999 cuando el Barça volvió a ganar la Liga y él anotó 24 goles en 37 partidos de Liga, además de repartir numerosas asistencias.

A pesar de todo, Rivaldo no estaba cómodo. Los medios de comunicación, siempre que podían, malmentían contra Van Gaal y yo, a mis 15 años y con una experiencia mucho menor de cómo funcionaba este mundillo, me creí – como la enorme mayoría – que Van Gaal era el malo, y que Rivaldo debería poder jugar donde quisiera.

Rivaldo, crecido por la campaña mediática, nos sumerge en la época Gaspart

En palabras del propio Rivaldo:

 “yo, cómo estaba en mi mejor momento le plantaba cara a Van Gaal. Un día me abroncó por llegar tarde 20 segundos, paraba los entrenamientos porque llevaba la camiseta por fuera… Entonces yo salía en rueda de prensa y la armaba

podemos entender que él se vio con el apoyo de todos en la lucha “Rivaldo VS Van Gaal” y este fue un grave error. A Rivaldo le interesaba su rendimiento personal y creía que con esto bastaba para ganar, mientras que a Van Gaal lo que le interesaba es hacer ganar al equipo que para eso le pagaban.

Rivaldo, en la tercera temporada, acabó armándola negándose a jugar en banda y obligando a Van Gaal a llevarle al banquillo en un partido dificilísimo en Balaídos, donde acabó entrando como suplente y actuando de 9.

¿Por qué de “9”? Porque el esquema era un 1-4-3-3 que funcionaba muy bien, y no había espacio para dar entrada al rol que quería Rivaldo, salvo que desconfigurara el equipo:

Hesp

Reiziger Abelardo De Boer Sergi

Guardiola/Xavi

Luis Enrique Cocu

Figo Kluivert Rivaldo

Ese era el “equipo tipo” de Van Gaal en sus últimos tiempos y obviamente no podía cambiar a jugadores del perfil táctico que tenían Luis Enrique o Cocu, por uno del “perfil Rivaldo“.

El egoísmo de Rivaldo, acabó desuniendo el vestuario y con todo lo que había pasado entre Núñez y Cruyff, la situación se volvió insostenible en Barcelona. Aquella temporada, el Barça era el gran favorito para ganarlo todo para la mayoría de analistas, pero se quedó a las puertas de todo. Semifinalista de Copa, de Champions y segundo en una Liga, donde claramente los jugadores le hicieron la cama a Van Gaal, perdiendo especialmente tres partidos que eran decisivos, en casa ante Rayo y Mallorca y fuera ante el Oviedo.

Rivaldo me enseñó a desconfiar de los “cracks”

Pude apreciar lo que estaba pasando y aprendí de ello. Me di cuenta de lo injusto que había sido con Van Gaal, aunque ya era tarde. Él y Núñez salían despedidos del Camp Nou tras la eliminatoria en Champions ante el Valencia, y lo que vendría después, serían proyectos lamentables, con eso sí, Rivaldo asegurándose la posición de “10”…

Es innegable que Rivaldo ha sido uno de los mejores futbolistas del mundo. Innegable también que mientras tuvo una actitud solidaria, fue uno de los jugadores más decisivos del equipo. Pero igual de innegable fue que su actitud egolatra e infantil, propició la decadencia de un equipo que tenía fútbol para muchos años.

De experiencias como estas es fundamental aprender, para que no sucedan cosas como las que han sucedido últimamente. Fichar cracks por fichar. Apoyar a jugadores que se creen los dueños del equipo porque “vas ganando”…

No gracias. Primero, el Barça.

P.D: Exactamente los mismos que hoy están destrozando el Barça con su campaña a favor de los “mandamases”, son los que en su día rozaban el insulto hacia Van Gaal y pedían que Rivaldo saliera de la banda, incluso tras haber ganado el Balón de Oro en esa posición. ¿Aprenderemos alguna vez a alejarnos de estos estafadores que se hacen llamar “comunicadores”?


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