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| Foto / Agencias |
Es curioso que el mismo hombre que en los últimos meses ha cuestionado todas aquellas opiniones que no fueran positivas hacia Rosell, Martino y sobre todo hacia Neymar – a pesar de que sus comentarios hacia el jugador cuando estaba en el Santos, fueron una vergüenza por el descarado doble rasero empleado -, cada vez que encuentra una ocasión, sale a cuestionar el estado de forma de Messi.
¿Cómo es que cuestionar la gestión de Rosell “divide“, cuestionar el trabajo de Martino “divide“, cuestionar la necesidad y la coherencia en el fichaje de Neymar “divide” – por cierto, a Neymar no le hace falta marcar para estar adaptadísimo y ser excepcional según el mismo J.C. – y cuestionar el estado de Messi cada vez que te da la gana no divide?
¿Cómo es que cuestionar al líder total y absoluto del mejor equipo de todos los tiempos, es visto como “normal” y “no conflictivo“, y cuando se cuestiona con numerosos argumentos sólidos a los otros, es que “se hace por laportismo y sólo se busca dividir“?
Es obvio que algo no cuadra. Es obvio que hay premeditación tras todo esto. Es obvio que, sí, hay un Señor – que ya no está, pero es como si estuviera -, que tiene controlada a toda este equipo de mercenarios con teclado, que se están cargando al mejor Barça de la historia a la velocidad de la luz manipulando al aficionado.
Primero consiguiendo que metieran en la Presidencia a esos señores. Después satanizando al mejor entrenador que hemos tenido en nuestra historia y haciendo crítica 0, a que no se le consiguiera renovar – que esto casi nunca se comenta y tiene tela -. Posteriormente, haciendo y deshaciendo a su antojo con las altas y las bajas. Y ahora, lo que faltaba, intentando provocar a Messi para que estalle, el barcelonista le señale como responsable de los males del equipo y acabe yéndose para que “El Nou Camp Nou, no sea una nueva sagrada familia” (Intermediario J.V.) – porque quieren obligarte a hacerlo rápido, puesto que de ahí pueden comer muchos y si sale “NO” en la votación, el golpe puede ser demasiado duro – y se pueda financiar, a la vez que Neymar quede como líder del equipo y Nike esté contenta.
Sé que todavía hay muchos que creen que lo que estoy diciendo es una locura, pero basta pensar lo siguiente para darse cuenta de que no es así: ¿Creéis que si esta directiva tuviera la completa intención de dar a Messi lo que quiere, este Señor estaría escribiendo columnas como estas teniendo en cuenta lo que ha escrito sobre “los otros“, con los que curiosamente nadie se puede meter?
En fin. Sobre los patéticos argumentos que ofrece para cuestionar el liderazgo de Messi, basta preguntarle lo siguiente: ¿Estaba Messi en el campo el día del 0-3 del Bayern? Porque sí, estaba el día del 4-0 y no, él no fue el responsable, si no la incapacidad del equipo para superar colectivamente a los rivales, que es lo que realmente falta aquí y la razón por la que Messi no es responsable, y sí los que el propio J.M.C. viene defendiendo. ¿Dónde está la “renovación” que se iba a hacer tras la humillación del Bayern?, ¿Qué hubiera pasado ante el PSG si Messi no se juega la pierna para entrar y ayudar a dar la clasificación al Barça?
Y sobre todo… ¿En serio vamos a permitir, que se cuestione a Messi? Porque si es así, quizás será mejor darlo todo por perdido y entender que los medios de comunicación hacen y deshacen a su antojo, ante la completa ausencia de juicio del seguidor, que sólo repite lo que lee, en lugar de cuestionarse si lo que está leyendo tiene credibilidad en base a la solidez de sus argumentos.
En unas horas, Sevilla – Barça. Esperemos que el equipo sea capaz de ganar, porque si en estos 30 días se nos va la Liga y la Champions, la campaña “Anti-Messi” será más evidente que nunca, veo a la directiva “alargando la renegociación del contrato” y por supuesto, veo al jugador diciendo cosas que no debería – fruto de la tensión – y saliendo el próximo verano, mientras se nos vuelve a repetir que: “Se hizo todo lo posible para que continuara” – como con Guardiola, y con Valdés, y con Abidal, y con Masip, y con Mickeal, y con Thiago… -.
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Cristian Pulina 