Sandro Rosell podría abandonar la presidencia del Fútbol Club Barcelona. ¿Qué probabilidades hay? Las desconozco. En un mundo, donde la justicia funciona de la manera en la que lo estamos viendo – hace dos semanas el Juez asegura que “todo está OK” y ahora resulta que no, o sea, si no es por la fiscalia, aquí nadie se hubiera enterado de nada… -, es imposible saber lo que puede pasar con el “caso Neymar”.
¿Me alegra la noticia de que Sandro Rosell pueda abandonar la presidencia del Barça? Desde luego. Ojalá salga él y se convoquen unas nuevas elecciones, porque la herencia recibida de la anterior junta en forma de “mejor equipo de todos los tiempos”, ha sido gravemente dañada – desde el momento en que no consigues retener a Guardiola especialmente – y con la continuidad de esta junta, ya he dicho numerosas veces que será aniquilada en tiempo récord, pero creo que aún existirían opciones de conservar esta herencia y sacarle el máximo provecho, si esta es la última temporada de la actual Junta Directiva.
Sobre los defectos de la gestión de Rosell, podría escribir un tema tremendamente extenso, pero no me interesa hacerlo hoy, hoy lo que me interesa es tratar otro tema, y es el de la verdadera unión del barcelonismo.
Mi “laportismo” no nubla mi capacidad de análisis como barcelonista.
Me haría una tremenda ilusión que Laporta regresara a la presidencia del Barça. Algunos seguirán diciendo Laporta me ha pagado o me paga para escribir lo que he venido escribiendo en los últimos meses y sigo escribiendo en la actualidad.
Mi apoyo a Laporta, siempre estuvo basado en dos aspectos:
1-Mi creencia de que realizó una gestión deportiva, ECONÓMICA e INSTITUCIONAL insuperable.
2-La indignación que me produce toda la asquerosa campaña mediática realizada en su contra, tanto desde Madrid, como especialmente desde Barcelona.
Jamás he criticado a Rosell, por el hecho de que Laporta me pareciera mejor Presidente u otras cuestiones mucho más pestilentes que tienen que ver con el citado punto dos. He criticado a Rosell, porque como dije unas líneas más arriba, podría escribir muchas líneas sobre su horrenda gestión, y como barcelonista objetivo que me considero, mi deber es opinar en base a lo que considero justo y veraz, no en base a si Laporta me cae bien o si Rosell me cae mal.
Laporta no debe volver al Barcelona
Como dije, me encantaría que Laporta volviera al Barça. Estoy convencido de que el proyecto deportivo actual, seguiría estirándose durante décadas, y el club tendría el inigualable éxito que tuvo durante los 7 años que Laporta y su equipo, estuvo en la presidencia.
Sin embargo, su regreso no es tan fácil. Por un lado, no hace falta más que dar una vuelta por internet o cualquier local con ambiente futbolero, para darte cuenta de que la imagen de Laporta ha sido fuertemente dañada gracias al “difama que algo queda”. Hay gente que asegura que “Laporta robó dinero en Uzbekistan” o que “arruinó la economía del club por sus fiestas en Luz de Gas“… Son los mismos que votaron a Rosell “porque fue la clave del éxito del Barça al fichar a Ronaldinho” o que siguen creyendo esa versión oficial del club en la que se asegura que “las arcas quedaron vacías y los fichajes están condicionados“, mientras ahora vemos como se pueden haber pagado unos 100 millones de euros por un jugador que acababa contrato este próximo verano (ya no hablo de lo de criticar el proyecto Foster que costaba 250 millones, para terminar remodelando el estadio por 600 millones, porque o si no echamos aquí todo el día…)
Ya sabéis, una mentira repetida cien veces, se convierte en verdad, y estas mentiras se repitieron mucho más de cien veces. A nadie le importa si lo que se dijo es verdad, el caso es que ocupó las portadas de los informativos y eso ya no lo cambia nadie.
Pero hay más. Si algo repitieron hasta hartarse, fue aquello de “a Laporta no le interesa el Barça, si no la política“, “Laporta desprecia a los barcelonistas que no son catalanes“… También esta ha calado muy hondo – dejando claro una vez más, que el gran problema de esta sociedad, es la ausencia de carácter crítico y personalidad del ciudadano para “filtrar” la información y no ser engañados -.
No termina aquí la cosa. Como dije anteriormente, los responsables de todos estos ataques, no fueron los que Laporta denominó adecuadamente como: “la caverna mediática españolista“, sino “aquellos que dicen ser del Barça y no lo son“, cuyas iniciales atienden sobre todo a ‘MD’ y a ‘LV’, artífices de la campaña de acoso y derribo a Laporta, durante todo su mandato y a posteriori, durante el mandato de “su jefe”.
Si Laporta volviera al Barcelona, toda esa maquinaria iría a por él con más fuerza, por no decir que sobre un 30 o 40% del barcelonismo, estaría deseando que el Barça perdiera, sólo por ver a Laporta hundido, no me cabe la más mínima duda. Eso significaría criticar por sistema las decisiones tomadas, a los entrenadores, a los jugadores y cualquier cosa que suceda, provocando un clima de crispación absolutamente incompatible con el éxito del Barça.
Quiero a Cruyff cerca del club, independientemente de quien se siente en la silla.
¿Qué se puede hacer entonces? Yo me atrevo a dar un nombre, aunque igual me equivoco: Lluis Bassat. Creo que este hombre tiene una muy buena relación con los medios de comunicación – lo que ayudaría muchísimo -. Creo que ha tenido una actitud ejemplar durante el mandato de Laporta – a pesar de que fueron rivales en las elecciones de 2003 – y lo está teniendo con el de Rosell. Creo que es un hombre que demostró tener las ideas claras cuando apostó por Guardiola como Director Deportivo, y no sólo lo digo por la enorme capacidad que demostró Guardiola a posteriori como entrenador, si no por el hecho de pensar en alguien como él para llevar la parte deportiva, en un claro gesto de que “yo estoy para presidir, y no para intervenir” (¿lo pillas Sandro?). Y lo más importante, nadie puede acusar a Bassat de “laportista”, “rosellista” o cualquier otro “-ismo”, porque como he dicho, ha mostrado una elegancia enorme en todo momento.
Independientemente del “rostro” que se elija, yo sólo pido que vuelva la unión al barcelonismo. Que esté un Presidente sin carácter intervencionista y que tenga muy claro que Johan Cruyff – por mucho empeño que hayan puesto los ‘MD’ y los ‘LV’ en ensuciar su imagen desde 1996 – debe estar cerca del club, y no lejos.
Si no somos capaces de entender y reconocer la importancia de Cruyff en la historia del Barça, quizás es que lo que nos merecemos sea precisamente lo que tenemos hoy. Una guerra eterna entre “-istas”, un Presidente que oculta información a los socios y que ha sido investigado en Brasil y ahora lo está siendo en España, con un equipazo en riesgo a causa de estas absurdas guerras generadas por nosotros mismos.
Ojo, no quiero decir con esto que Cruyff deba hacer y deshacer a su antojo, pero sí, que sea reconocido como Presidente honorífico del club y vuelva a tener ese papel de “asesor” del club en la toma de decisiones deportivas, pues nadie mejor que él para saber qué caminos debemos tomar para que nuestro modelo deportivo prosiga su curso con el andar más firme y seguro.
Para finalizar, quiero dejar claro que esta es una reflexión personal. Esto no es información, es opinión. La de un barcelonista reconocido. La de alguien que metería sin dudar a Laporta y Cruyff en el club, si existiera un clima favorable para ello. Yo no engaño a nadie. Soy independiente y no escribo para convencer a nadie. Los argumentos están ahí y me agradará que existan culés que los encuentren acertados e interesantes, pero que no venga nadie a difamar ofreciendo comentarios tendenciosos que buscan cuestionar la objetividad y honestidad de mis reflexiones.