Málaga 0-1 Real Madrid. Un equipo "raro" merodeando el "triplete"

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“No juegan a nada” pero casi siempre están ahí. Esa es la realidad del Real Madrid. No es muy diferente en la actualidad. Su trabajo sacando la pelota jugada parece claramente mejor que en temporadas anteriores. Xabi Alonso y Modric, parecen complementarse muy bien para repartir el juego en el inicio de la transición ofensiva, sin embargo, este Real Madrid continúa dando esa sensación de que cualquier equipo bien armado puede hacerle un traje.

En el día de hoy, el Málaga que realizó un partido bastante bueno, pudo perfectamente haber empatado el partido en la última media hora, debido a que el Real Madrid no era capaz de realizar contragolpes limpios – estuvieron más desconcentrados de lo habitual – y sobre todo a que su posicionamiento defensivo – siempre a mí juicio – era absolutamente horroroso.

Las ayudas defensivas de Bale y Di María inexistentes – dos jugadores que deberían dar muchísimo más en esas lides –, la de Modric a cuentagotas e incluso Cristiano Ronaldo que no suele involucrarse demasiado en el trabajo defensivo, puso más que el galés, el argentino y el croata juntos.

Dificilmente se puede sostener un equipo defensivamente si sólo trabajan en defensa la línea de 4 y Xabi Alonso. En el día de hoy, el Málaga volvió a demostrar porqué los equipos que juegan al ataque contra el Real Madrid – no digo que el Málaga jugara al ataque todo el partido, sino que me refiero al rendimiento en el momento que necesitaron irse al ataque. Sobre todo la última media hora – o el Barça, nunca consiguen puntuar. En la igualdad – que casi siempre es superioridad a favor de la defensa – numérica, rara vez consiguen concretar ocasiones para finalizar en buena situación y por ello, a los “grandes” les basta con estar atentos atrás, y entre contragolpes, acciones de estrategia y “golpes de talento“, es más que suficiente.

Así ganó el Real Madrid hoy, con un golpe de talento de Bale y Cristiano en el 0-1 y fallando innumerables situaciones de contra en un partido completamente descontrolado, que no me lleva a pensar en la victoria del Barça sobre ellos – en otra época, no tendría dudas de que les seguiríamos barriendo, porque colectivamente siguen muy lejos de ser compactos -, pero creo que al igual que en las dos últimas temporadas, alguien les frenará en Europa.

Pasan los años y los entrenadores, y el Real Madrid sigue sin evolucionar en su juego. Sigue ganando sin convencer. Sin controlar los partidos y sin dejar claro si su fuerte es ganar a partir del balón o del contragolpe. Esta temporada que apunta a favorable, insisto en que lo es gracias al barcelonismo malentendido y la manipulación mediática aprovechada por los “mandamases” para contaminar al aficionado culé. Sólo por el bajón del Barça, el Real Madrid lidera y manda. Sigue sin ser un equipo referencia, por mucho que merodee el “triplete“, vive a la espera de que la mediocridad de los grandes o un poco de suerte, les permita campeonar.

Triste filosofía tras tantos millones de euros invertidos.

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Valladolid – Barcelona. Cuidado

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Si en la primera vuelta ya aventuraba que durante la segunda, las cosas no serían tan fáciles, era bajo la idea de que los rivales tendrían menos margen de error para cumplir sus objetivos y dejarían de ser ” los resignados“, que salen a jugar contra los “grandes” dando por bueno ofrecer una buena imagen con un fútbol “alegre” aunque te lleves 6 de regalo… – vamos, esa filosofía que está destrozando el campeonato desde hace unos 6 años y cada vez más -.

El Valladolid es uno de esos equipos que no tienen margen de error. Ni el Valladolid, ni el bueno de ‘JIM‘ que tras un gran rendimiento con el Levante que le había dejado “armado” Luís García, se embarcó en la aventura de mantener la categoría con el equipo pucelano y vive en un ‘ultimatum‘ permanente.

Sin ser ni de lejos tan poderosos como el Levante, el Valladolid sí es un equipo ordenado e intenso que puede poner las cosas difíciles al Barcelona incluso aunque juegue un muy buen partido. Teniendo en cuenta la proximidad del partido ante el Manchester City – aunque igual algunos jugadores lo dan por terminado (insisto, grave error con el nivel actual del Barça) -, no sería extraño que el Barcelona mostrara un rendimiento irregular. Esa intermitencia en el juego, desde mi punto de vista, ya viene produciéndose por mediocres planteamientos del cuerpo técnico y ausencia de disciplina táctica en jugadores que se animan demasiado a “salirse del libreto“. Pero los problemas aumentan si el equipo se pone en ventaja y se ve superior – como ante el Valencia por ejemplo -, entonces la irregularidad e intermitencia en el juego es todavía mayor y las opciones del rival aumentan.

Confirmada la ausencia de Iniesta y con la presencia del partido de Champions en el horizonte, es difícil saber qué alineación pondrá mañana Martino – la del City me vuelvo a atrever a adelantarla, la misma de la ida, con Neymar en lugar de Alexis -, pero jueguen quienes jueguen, la única manera de tener las mayores probabilidades de conseguir los tres puntos es que muestren disciplina y se empleen al máximo durante la mayor parte de los 90 minutos.

El Valladolid ya no se puede permitir salir a jugar contra el Barça como si fuera “una fiesta“, y aunque de los últimos 5 partidos no ha ganado ninguno, no menos cierto es que sólo ha perdido 1 y en casa ha perdido 3 de 12 disputados.

Cuidado con el Valladolid.

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Real Sociedad 3-1 Barcelona: ¿Qué queréis que os diga?

Foto / EFE

Os podría decir que “la clave fue que la alineación del Tata no tenía sentido“. También os podría decir que “Piqué jugó muy mal – que lo hizo, para variar… -, y se echó de menos a Xavi“. Os podría decir también que “esto es muy largo, la Real es un gran equipo y sabemos que cuesta ganarle en su casa“.

Una serie de tópicos absurdos y falsos que nada tienen que ver con la realidad, pues aunque vivamos en una era social donde se pretende relativizar todo – para no asumir nunca la culpa de nada… -, realidad sólo hay una y esta es que el Barcelona está a años luz del Barça que aspiraba a todo, y gracias podemos dar a Pellegrini con su planteamiento y al árbitro del partido de ida en la Copa ante la Real, porque de no ser así, igual hoy estábamos diciendo adiós al único título que nos quedaba.

A mí de todo esto, lo que más me sorprende es llevar tantos puntos. Haber ganado partidos como aquel de Getafe donde empiezas perdiendo 2-0 y sin venir a cuento el rival coloca la defensa casi en el centro del campo concediendo 2 goles en un abrir y cerrar de ojos en acciones rápidas, o el 1-4 ante el Sevilla, donde lo normal hubiera sido como mínimo, un empate del Sevilla. Hoy sucedió lo normal, la Real ganó 3-1 al mismo Barça que algunos decían que “había brillado en Copa“

¿Pero qué dices?, ¿No ves que no estaban ni Cesc, ni Xavi, ni Alves, ni Mascherano? Sí, no estaban. Pero sí estaban en la derrota en casa ante el Valencia por ejemplo. Sí estaban en el Levante 1-1 Barcelona. También estaban en el Atlético 0-0 Barcelona. Cuando se falló ahí, había quien se acordaba de la ausencia de Neymar. Hoy si que estaba Neymar. ¿Echamos de menos a Alexis?, ¿Cambió algo el equipo con las entradas de Fábregas y Alexis? Pues sí, cambió a peor y no recibió más, porque Vela tuvo uno de sus días más erráticos en toda la temporada.

No es una cuestión de si está este o aquel. Es una cuestión “grupal”, no individual. Decir que el Barça en el partido de vuelta ante la Real estaba haciendo un gran partido, es o no tener ni idea de fútbol o insultar a la verdad. Realizar una buena secuencia de pases en zonas de bajo riesgo – es decir, donde no están presionando con intensidad y presencia numérica los rivales -, no es mérito tuyo, si no demérito/planteamiento del rival. La Real en la Copa, tenía que asegurar su sistema defensivo, porque un gol del Barça ponia fin a sus opciones en la eliminatoria, y por eso reculó y aseguró más su zona defensiva, no tomó tantos riesgos reteniendo la pelota, incorporando jugadores al ataque o adelantando la presión en determinadas acciones. La diferencia con el día de hoy es que no había 2-0 previo y por tanto tenían más margen. Aunque fue igual de conservadora, supo tomar más riesgos con la pelota, adelantar más las líneas en momentos de ataque determinados y sobre todo estar bastante más tranquila a la hora de tomar decisiones sobre cuándo salir a presionar y cuándo replegar.

A pesar de todo, yo no daba ni un euro por la victoria de la Real. Su esquema 1-4-4-2 con rombo en el centro del campo, más la lentitud en el giro de sus centrales – que son buenos, pero lentos -, y el planteamiento conservador de Arrasate, debería haber permitido conectar mucho con Messi y encontrar alguna vez a Pedro o Neymar a la espalda de la defensa. Pero prácticamente ni una vez. Messi vivía un día más en medio de una maraña de jugadores – los entrenadores rivales se están dando cuenta de que el Barça casi nunca va por banda y hacen que los centrocampistas se amotinen en la zona central, como fue el caso de hoy (impresionante el partidazo de Zurutuza más allá de su gol) – y acabó yéndose a zona de interiores para ver si rascaba algo. Aún así, es tan bueno que a punto estuvo de salvar al equipo marcando otro golazo en un momento crítico – a los dos minutos de que la Real se adelantara, en lo que parecía otro golpe de “polo pistacho” -, pero esta vez no pudo.

El Barça volvió a mostrar sus problemas para limpiar las jugadas y encontrar profundidad y buenas situaciones en las inmediaciones del área, ante rivales mínimamente bien organizados. Son 3 victorias en los últimos 7 partidos – y gracias al 1-4 surrealista del Pizjuán, porque de no haber sido así, esto ya estaba acabado (que para mí ya lo está desde Octubre, pero bueno…) – y desde luego con el Real Madrid a tres puntos y todavía con el ‘clásico’ del Bernabéu por disputar – dije que el Real Madrid lo ganaría, pero matizo que si les vale el empate, igual acaba en empate, aunque dudo que el Barça pierda más puntos teniendo en cuenta que juega ante Almería, Valladolid y Osasuna las tres próximas jornadas -, la Liga empieza a ponerse francamente difícil.

Para hacerse mirar, la imagen ofrecida en el Calderón, en San Mamés y en Anoeta. Dos derrotas, un empate a cero y ninguna victoria, es el balance en las tres salidas más complejas realizadas en la Liga teniendo en cuenta la posición de los rivales, puesto que no hemos jugado todavía en el Bernabéu, ni en el Madrigal. ¿Será culpa de que faltaba éste o aquel? Claro que no… pero siempre es más fácil recurrir a este tipo de argumentos aunque sean una mentira flagrante, antes que intentar explicar porqué Messi hace meses que no recibe balones en condiciones. 

Mientras seguimos repitiendo tópicos y los dictados de los “mandamases” del Barça que reproducen los medios de comunicación deportivos oficiales, seguimos aquí, viviendo con tristeza el segundo año quemado del mejor jugador de todos los tiempos, en la que podría ser su última temporada en el club. La única razón por la que no me atrevo a asegurarlo – diría que si no ganamos nada, estoy convencido de que va a salir -, es porque me parecería tan grave, que intento no creerlo, pero si Guardiola está en Münich y aquí está un tal “Tata” Martino – muy bueno eso de forzar la expulsión hoy, en plan “carácter” y tal… y todo por una amarilla mal sacada a Bartra: QUE LE DEN EL OSCAR YA -, ¿qué queréis que os diga?

No me queda otra que esperar, sumido en la tristeza, a ver como el máximo rival vuelve a hacerse “un Calderón” y se lleva títulos que deberían ser nuestros.

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Real Sociedad – Barcelona. ¿El retorno de Neymar a la titularidad?

Foto / AFP

Con el empate copero, son ya cuatro visitas consecutivas al estadio de Anoeta, en las que el Barcelona no consigue superar a la Real Sociedad, luego de haberse adelantado en el marcador. No tenía mucha relevancia la victoria en el pasado encuentro copero, ya que realmente con 0-1, el Barça acumulaba una victoria de 0-3 y se puede comprender una baja agresividad a la hora de buscar el 0-2, pero sí la tenía por ejemplo en la derrota de la pasada temporada o en el empate de la anterior.

En todos estos partidos – salvo en el de la Copa hasta que Messi hizo el 0-1 -, el Barça había sido muy superior a una Real Sociedad confeccionada para buscar éxitos a partir de la posesión. Fue valiente y jugó “de tú a tú” en las temporadas 10/11, 11/12 y 12/13. El Barcelona lo aprovechó y se puso en ventaja ofreciendo una sensación de superioridad tan tremenda, que casi siempre terminaba no aprovechando sus ocasiones para ampliar la ventaja y terminaba cayendo en el tedio. Ese fue el principal problema del Barça. La Real Sociedad, además de muy buenos fundamentos cuando se hace con la posesión, tiene muchísimo carácter como local y por eso cuando el Barcelona bajó un poco consiguió remontar todos los partidos.

En los dos últimos enfrentamientos, la Real fue más conservadora. Sobre todo en el Camp Nou. Se puede hacer una comparativa con el Manchester City. Un equipo diseñado para atacar que cuando tiene que ceder la posesión sufre muchísimo y para nada es un equipo fiable defensivamente como sí lo es el Atlético de Madrid o en un nivel más bajo, el Levante. Los jugadores de la Real no están acostumbrados a correr detrás de la pelota y tácticamente no posee jugadores especialistas en desgastarse achicando espacios.

Hay que decir, sin embargo, que en el último Real Sociedad – Barcelona donde se pretendió vender un partidazo del Barcelona, los de Arrasate estaban siendo muy ordenados y hasta esa jugada realizada por Messi – sólo al alcance de los elegidos -, habían pasado 30 minutos y el Barça no sólo no había realizado ninguna ocasión, si no que además tenía inmensos problemas para alcanzar la zona de 3/4. Obviamente, si la Real encaja un gol y mentalmente pierde la cabeza – que es muy probable -, los espacios pueden comenzar a aparecer y ahí Messi no tiene rival independientemente de si hay “decretazo Fábregas” en la alineación o no.

¿El retorno de Neymar a la titularidad?

El “decretazo Fábregas” se complica ahora mucho más ante la aparición de Neymar. Si a Martino le diera por aplicarlo hoy, prácticamente estaría sentenciando al banquillo de manera permanente a Alexis y Pedro (algo absolutamente inexplicable, desde un punto de vista táctico y de rendimiento individual, por mucho que sin ellos probablemente también se gane, como se gana sin Messi, sin Neymar o sin Cesc…) y a la grada a Tello.

Tras jugar unos minutos ante el Rayo Vallecano y el Manchester City, parece muy probable que hoy, ante la Real, Neymar pueda ser titular y lo suyo sería que acompañara a Messi junto a Alexis o Pedro – creo que es lo que sucederá -, pero difícil saberlo (en Madrid no habrá dudas, Alexis y Pedro al banquillo, salvo lesión de Xavi, Iniesta , Fábregas, Neymar o Messi) teniendo en cuenta cómo está funcionando el Barça.

Sabremos lo que ha hecho el Real Madrid ante el Elche

A las 16:00, el Real Madrid, que entre semana jugará ante el Schalke 04 en la Champions, disputará su partido de Liga en el Santiago Bernabéu ante el Elche. Uno de esos partidos “trampa“, que para mí lo es, especialmente porque junto al Levante – y obviando al Atlético que tiene mayor potencial – el Elche es uno de los mejores equipos a la hora de realizar planteamientos conservadores.

La proximidad del partido ‘Champions‘ y enfrentarse a un rival contra el que todos dan por segura la victoria, importantes enemigos del Real Madrid que si no encuentra el gol rápido, creo que sufrirá para superar al Elche. Obviamente, lo normal es que lo consiga, pero sea como fuere, el Barcelona sabrá lo que hizo el Real Madrid cuando a las 20:00 comience el partido en Anoeta.

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Barça 6-0 Rayo. Fiestón antes del City

Foto / EFE

Visualiza aquí los 5 primeros goles del Barça y aquí el golazo de Neymar

Venía el Rayo Vallecano a jugar con el Barça con un parcial de 22-1 en los últimos 5 partidos ligueros entre ambos. La valiente actitud de los madrileños no fue eficaz en ninguno de los 5 encuentros precedentes, pero a Paco Jémez le daba igual: “Seremos más valientes que nunca en el Camp Nou“. El resultado de esta propuesta, fue extender el parcial a 28-1 para el Barça tras el 6-0 de esta tarde, que podría haber sido mucho más abultado si el equipo lo hubiera necesitado.

Tardó 90 segundos el Barcelona en abrir el marcador gracias a una subida de Adriano que se atrevió con una de sus ya habituales jugadas de finta y remate con rosca al palo largo. Tuvo éxito y el partido que se ponía de cara muy pronto, aunque el 2-0 no llegaría hasta el minuto 36. Durante esos 35 minutos en los que el equipo no consiguió marcar, la actitud fue buena para dominar el partido, pero no para finalizar. Como sucediera ante el Valencia, los jugadores parecieron sentirse con la victoria en la mano y se buscó más el gol de Messi que la sentencia. Así lo hizo por ejemplo Alexis Sánchez en una acción en la que él podría haber definido perfectamente, y posteriormente Pedro y Fábregas – si no me falla la memoria -, mientras Messi lo intentaba casi todo.

Conste que comprendo y hasta me gusta la pasión por conseguir que Messi marque goles y recorte las diferencias en la tabla de máximos goleadores, pero como pudimos ver hoy, a veces actuar de manera poco natural, es contraproducente. Por el medio, dos lanzamientos al poste, del propio Messi y de Pedro.

Sí llegó el gol de Barça y de Messi, cuando el Rayo Vallecano cometió uno de esos clásicos errores que cometen los equipos que buscan jugar de “tú a tú“. Pérdida de balón organizando el juego, y lo que era peor, desorganización posicional horrorosa de la defensa, que Fábregas aprovechó para asistir a Messi y éste superó a Rubén por arriba, con la maestría que le caracteriza.

El Rayo también consiguió generar una clara ocasión – cuando el marcador era sólo de 1-0 -, pero entre Valdés y Puyol consiguieron desbaratar el peligro. De esta manera se alcanzó el descanso, con un 2-0 justo, pero corto teniendo en cuenta las situaciones generadas.

Y como nada cambió tácticamente en la segunda parte, los goles siguieron llegando. El 3-0 en una acción rápida, con la defensa del Rayo tan horrorosamente colocada como en el 2-0, siendo aprovechado por Messi para asistir y por Alexis para golear. El 4-0 fue sin duda el mejor gol de la tarde. Una acción de fantasía entre Fábregas e Iniesta que fabricaron una mágica pared para que Cesc superase la línea defensiva del Rayo y pusiera el gol en bandeja a Pedro. Minutos 53 y 56. En el 62 entraba Neymar por Pedro – que apunta a titular en Manchester – y vio como la obsesión de Messi por marcar le dejaba sin su primera gran ocasión para marcar. Messi rozó el gol, pero tenía fácil la apertura para Neymar. No fallaría pocos minutos después, cuando Alexis Sánchez le puso la pelota casi en el punto de penal para que de rosca la colocara abajo en el palo largo de Rubén.

Con el 5-0 en el minuto 68, el Barça bajó un poco el ritmo. Martino dio entrada a Mascherano por Puyol y poco después a Tello por Messi – minuto 74 -, parecía que no había tiempo para más, pero Neymar encontró un pasillo por la zona central y ángulo para probar el disparo desde fuera del área, sacando un precioso zambombazo ante el que nada pudo hacer Rubén.

Cómodo “set” del Barça, que viene bien para afrontar con esperanza el partido ante el City, del que comenzaremos a hablar mañana mismo.

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Alexis Sánchez 14 goles y 6 asistencias en la Liga

Foto / fcbarcelona.cat

Visualiza algunas de las mejores acciones de Alexis esta temporada

Cada 73 minutos de juego, Alexis Sánchez participa en un gol del Barcelona en la Liga, sea como rematador o como pasador. En 17 partidos como titular, suma 14 goles y 6 asistencias. Los amantes de las estadísticas, ¿no deberían rendirse ante “el expreso de Tocopilla“?

Yo, que soy amigo de cualquier cosa menos de las estadísticas, sí siento a muchos seguidores – y medios -, aplicar un doble rasero con el crack chileno al que cuando no marcaba le machacaban por no golear y cuando lo hace dicen que es “ante rivales pequeños“. Tendrán que hacérselo mirar. Alexis Sánchez marcó el golazo de la temporada ante el Real Madrid – y ya son varias veces las que le marcó -, y además marcó ante el Valencia o el Sevilla en las últimas jornadas. De sus 14 goles, 0 han sido de penalty y de los 22 de Cristiano Ronaldo por ejemplo, 5 han sido de penalty.

Curiosamente, las mismas personas que critican a Alexis, son las que a la mínima crítica que realizas hacia otro jugador te saltan encima alegando que “hay que apoyar al equipo“. Quizás es que Alexis Sánchez no es parte del equipo, o insultarle a él sí que es válido por alguna cláusula del “buen seguidor culé” que me perdí por el camino.

Sea como fuere, entrando en una valoración personal, yo digo que Alexis Sánchez es mucho más jugador de lo que está demostrando en el Barcelona. Sus números son de fuera de serie – ¿cuántos en Europa pueden presumir de unos números como esos ? -, y su entrega sigue siendo incuestionable, pero Alexis Sánchez tiene capacidades que aquí siguen sin explotarse.

Alexis Sánchez es un jugador para asumir más responsabilidades en el ataque y desafiar más veces a su pareja en el uno contra uno consiguiendo la victoria. No lo hace, juega sencillo. Es un “buen chico” y el equipo lo agradece. Desde luego, se comenta poco, pero si algo me impresiona de Alexis, es la humildad con la que ha trabajado durante estas tres temporadas.

Por una parte, ha aprendido a merodear por el área cuando la ocasión lo requiere – de ahí que esté cogiendo más goles – y por otro lado, ha aprendido a dosificar sus esfuerzos de máxima intensidad. Inolvidable la crítica de Guardiola cuando Alexis Sánchez se produjo una pequeña lesión muscular a los pocos minutos de saltar al terreno de juego y Pep le espetó: “¡la concha de mi madre pa mi, Alex!“. La exagerada pasión y ganas de agradar de Alexis, provocaron numerosas lesiones durante su primera y segunda temporada. En la presente, parece haberse tranquilizado y no ha sufrido ni una lesión muscular. Las lesiones pueden llegar en cualquier momento, claro, pero una de las claves de su buen rendimiento y buen estado anímico es que ha aprendido a dosificarse y esto le permite una continuidad que sus números y el equipo agradecen.

Que viva el “expreso de Tocopilla“.

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Sevilla 1-4 Barça: "J.M.C. , esto va por Vos"

Foto / EFE

Sevilla 1-4 Barcelona

Alexis Sánchez min. 34, Messi mins. 44 y 56 y Fábregas min. 89

Visualiza aquí los goles del partido

Digo sin titubear, que cuestionar a Guardiola es no tener mucha idea de fútbol o no ser barcelonista. Con más convencimiento todavía lo hago cuando se trata de Messi: “El hombre al que le faltaba pasión“.

Por si alguien aún pretendía seguir dando propaganda y difundiendo la vomitiva y antibarcelonista – porque querer echar a Messi sí que es antibarcelonismo, a diferencia de criticar para ser un 10 como equipo – campaña en la que señalaban a Messi como culpable de los males del Barça en los últimos tiempos, hoy Leo Messi, una vez más condicionado por el vulgar – no hay otro adjetivo si se quiere ser honesto con lo que se vio en el Pizjuán, lo siento – juego del equipo, volvió a demostrar quién es el mejor jugador de todos los tiempos, cambiando el devenir de un partido que para mí el Barça no mereció ganar, y en el que especialmente el talento de Messi – fundamental en los tres primeros goles -, fue clave para dar la vuelta a un partido, donde tras el 1-0 el olor a que se escapaba la Liga era total y absoluto.

Que vaya por delante, que ganar en un campo como éste, ante un rival que se empleó con tanta intensidad y en unas condiciones tan adversas – desde el punto de vista climatológico -, tiene muchísimo mérito. El problema es que no se ganó por ser mejor que el rival en conjunto. Se ganó por ser mejor en potencial – Messi y Valdés estuvieron superlativos -, porque se contó con un error arbitral clamoroso a favor – que no tengo la menor duda, van a utilizar para que en las próximas jornadas nos cueste muy caro… eso sí, esta vez al menos, sí tienen razón – y porque el Sevilla falló más de la cuenta en momentos decisivos (especialmente importantes el cabezazo de Bacca al palo y la contra de Rakitic que hubieran significado un 2-0 casi imposible de levantar, teniendo en cuenta el nivel que estaba mostrando el Barça).

Es por este motivo, que he denominado al Barça de Martino – y a quienes creen en su éxito -, en el Barça del “a ver si suena la flauta”. Hoy sonó. En un momento clave, conseguimos el empate con fortuna arbitral y cuando terminaba la primera parte, encontramos una contra en la que Messi manda un saludo “para vos, J.M.C”, y puso por delante al Barça.

Muy condicionante. No menos lo fue, el error de Vitolo ante Valdés, y la impresionante doble parada de posterior a Bacca primero y a Gameiro después completamente a bocajarro. Del 2-2, al 1-3 en dos minutos. De nuevo, “va por vos J.M.C.” con un golazo de Messi, marca de la casa. Encontrando por fin, un poco de espacio y tiempo para poder ser Messi – tristemente, gracias a la valentía del planteamiento del Sevilla, no al trabajo del Barça a la hora de crear juego -, control orientado en tiempo récord y remate preciso y precioso inalcanzable para Beto.

Hago ahora un pequeño inciso. El Barça con esta victoria, recupera el liderato – por tener mejor diferencia de goles respecto al Real Madrid y al Atlético -, y esa es una buena noticia, aunque parece que con mis líneas digo todo lo contrario. ¿Pero cómo no decir lo contrario viendo lo que pasaba en el Pizjuán?

Volvamos a lo que allí sucedía. Si las sensaciones no eran buenas hasta el 1-3, peores fueron a partir de entonces. Como el Valencia, el Sevilla no fue “un resignado” y consiguió hacerse con relativa facilidad, con el peso del juego, generando varias ocasiones más con Fazio, Cherysev – dos – y Bacca, que estuvieron muy cerca de suponer el 2-3 cuando todavía había tiempo como para que se mascara la tragedia.

Por fortuna no acertaron, y con el paso de los minutos, el cansancio y la falta de fe fueron haciendo mella. El Barça encontró el 1-4 tras una gran asistencia de Alexis para Fábregas – que entró en la segunda parte – y marcó un bonito gol picándola por encima de Beto. Era el minuto 88 y se cerraba el partido.

Conclusiones

Obviamente, es imposible que con este trabajo colectivo, cambie mi opinión sobre el Barça – de hecho, la ratifico todavía más -. Sin embargo, está en posesión del liderato, supera una racha de partidos bien complicada y de lo que pueda mejorar los próximos meses, dependerán las opciones de ganar Liga, Champions o Copa, sean juntas o separadas.

Quien quiera subirse al tren de “la confianza y la ilusión del Barça de Martino“, está en todo su derecho. Yo hace tiempo que tengo claro, que tristemente estoy en el tren correcto, y sí, estamos desaprovechando E INSULTANDO – con los artículos que se realizan -, al mejor futbolista de todos los tiempos, un auténtico pecado que ojalá no salga todavía más caro, que el haber permitido que Guardiola saliera.

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Barcelona 2-3 Valencia: Y la flauta dejó de sonar

Es lo que tiene la autogestión. Alternas días de felicidad extrema, con momentos de incomprensible desconcentración. Si a esto le sumas toparte con un equipo que plantea bien el partido y deja de ser un “resignado” para pasar a competir de verdad, pues es muy comprensible que te encuentres un 2-3, y como sucediera tras caer ante el Levante, que te toque esperar, a ver si suena la flauta otra vez y el Atlético y el Real Madrid no ganan, si lo hacen, las probabilidades de que acierte con aquel fatídico pronóstico: “es imposible ganar algo”, creo que son muy elevadas.

Barcelona 2-3 Valencia

Alexis min.7 y Messi min. 53 (P)

Visualiza aquí los goles del partido

El propio Martino lo dijo antes del partido: “Se acabó el margen de error“, y en el primer partido, jugado además como local, se tropiezo ofreciendo una de esas imágenes tan reconocibles de la “autogestión“. ¿Qué no sabes cómo es esa imagen? Échale un vistazo al trabajo defensivo sobre Feghouli en el 2-3 y es posible que entiendas de lo que hablo.

El equipo, que arrancó muy bien, adelantándose con un afortunado gol de Alexis en el minuto 7, estaba ofreciendo una imagen, hasta que sintió que la victoria podía ser tan cómoda que quizás podían pararse a buscar el gol de Messi en lugar de la goleada. Esa actitud, que jamás puede existir en la Jornada 22 de una Liga donde el margen de error es ridículo, es la que tuvo el Barça mientras disfrutaba de un escenario perfecto para golear y sentenciar el partido. No lo hizo y el Valencia, a diferencia de otros equipos sí planteó suficientemente bien el partido y no se resignó.

El Barça comenzó a dormirse, centralizando el juego de una manera escandalosa – recordando y mucho al partido contra el Bayern en Münich, cuando todos buscaban a Messi aunque tuviera 2 o 3 jugadores alrededor -, y el Valencia se fue creciendo. Antes del 1-1 ya tuvo varias tentativas de contragolpe que no llegaron a buen puerto por muy poco. Sí lo hizo una, en la que el Barça se rompió como equipo y en la que Parejo condujo perfectamente el ataque. Sólo tuvo que lanzar una pared con Feghouli para batir al peor Víctor Valdés de la temporada.

Así se llegó al descanso. Con 1-1 y sensaciones preocupantes que aumentaron en la segunda, cuando a los cuatro minutos, Barragán se internó por la banda y consiguió sacar un centro que tras ser peinado en el primer palo provocó una innecesaria media salida de Valdés, al que Piatti superó por arriba, con un meritorio testarazo.

En esos momentos complejos emocionalmente, el partido se disparó. A los cuatro minutos el Barça conseguía empatar gracias a un penalti por mano de Ricardo Costa, pero cuatro minutos después, Feghouli aprovechó el tremendo error de concentración de los jugadores del Barça para asistir a Pablo Alcácer que sacó un gran remate con la colaboración de Piqué, que le marcaba con la mirada a dos metros…

Quedaba media hora por delante, pero en esos minutos, el Barcelona no fue superior al Valencia, porque los de Pizzi se lo creyeron y el Barça comenzó a hacer lo que llevaba mucho tiempo sin hacer: DUDAR Y PASÁRSELA A MESSI ESPERANDO A QUE SONARA LA FLAUTA…

Messi es tan bueno, que está claro que en algún momento fabrica alguna. De hecho casi evita la derrota con una mágica acción asociativa con Alves e Iniesta en los minutos de descuento, pero esa desde luego no es la fórmula de buscar superar entramados defensivos complejos.

Martino aseguraba que con planteamientos como el del Levante: “De 10, ganaría 9”, la realidad es que de los últimos 4 en Liga, ha ganado 1, y empiezo a pensar que si Sergio Sánchez no hubiera dejado sólo a Piqué en aquel córner y se hubiera llegad al descanso con 0-0, igual aquel tampoco lo hubiéramos conseguido vencer. Esto que comento, no es ninguna broma. Si los equipos comienzan a entender que a este Barça “sí se le puede meter mano, bajo planteamientos defensivos“, podemos ir dando por perdida la Liga, salvo que Real Madrid y Atlético dejen de rendir como lo vienen haciendo, claro. En ese caso, todo es posible, y ese caso es volver al “a ver si suena la flauta”. Qué triste, cuando teniendo al mejor jugador de todos los tiempos en el equipo, tenemos que recurrir a esto.

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Barça 3-0 Málaga. Con Messi como director de orquesta

Es triste decirlo, pero la superioridad de Barça, Real Madrid y Atlético es tal, que especialmente cuando juegan en casa, prácticamente podemos decir cuando ganan que “cumplen el trámite”. Suena a restarles méritos. No lo es. El trabajo que realizan es muy bueno. El trabajo del Barça hoy ha sido muy bueno, pero el del Málaga no llegó al suficiente, ni siquiera cuando aguantó 40 minutos sin encajar, más fruto de la diosa fortuna, que de su trabajo.

Foto / EFE

Barcelona 3-0 Málaga

Piqué min.40, Pedro min.55 y Alexis min.61

Visualiza aquí los goles del Barça ante el Málaga

Dijo Schuster que sería muy defensivo y conservador. Eso es la idea del entrenador. La idea se cumplió. Tras la idea tiene que haber un trabajo táctico y dentro de la táctica las funciones de cada jugador y sus estados anímicos y físicos. El miedo les atenazó. Si quieres sacar algo positivo ante los “tres grandes” de la Liga, hay una premisa básica que debes cumplir y es que no te pueden ganar ni en concentración, ni en sacrificio. En concentración fueron derrotados desde el pitido inicial. Tal como yo lo veo, el miedo les atenazó y no les dejó achicar los espacios y realizar las coberturas adecuadamente. Cuando tardas en salir a una marca, en salir al apoyo a un compañero para buscar siempre superioridad numérica, estás a merced del acierto del rival y el del Barça fue muy grande.

La pelota circuló a muy buen ritmo, porque aparecían esos errores y el Barça, con un Messi atípico – partiendo de la posición de “falso 9”, pero con un carácter más solidario en la dirección y menos agresivo en la finalización – superaba con bastante facilidad las líneas del Málaga que sólo se salvaba por la falta de acierto en los metros finales. 

En el primer tiempo hay que destacar especialmente el partido de Alexis Sánchez. Muy activo en ataque y en defensa. Tuvo la primera gran ocasión, pero la pelota besó el poste y posteriormente puso dos asistencias espléndidas que no se concretaron.

¿Las opciones del Málaga en ataque? Pocas. Es comprensible que cuando planteas el partido como lo hace Schuster – para mí es la manera adecuada -, casi no tengas la pelota, pero las pocas veces que la coges, debes salir con convicción, estar mucho más vivo de lo que lo estaba el Málaga. Aún así, pudieron generar dos buenas ocasiones a balón parado, que Víctor Valdés supo desbaratar.

Donde más claro quedó el miedo malacitano fue en los minutos previos al 1-0. Primero Piqué entró prácticamente sólo – algo increíble siendo el jugador más peligroso del Barça en ese tipo de acciones – y a punto estuvo de inaugurar el marcador, pero la defensa consiguió desviarla a un nuevo córner en el que Piqué se quedó todavía más sólo tras peinar Alexis Sánchez el balón en el primer palo. Gerard definió sin contemplaciones ante un Caballero que tuvo la bronca de la noche – con toda la razón – con Sergio Sánchez.

Así se llegó al descanso, con el objetivo de “abrir la lata” cumplido. Messi, que en la primera parte ya había puesto buenísimos balones entre líneas para Pedro, Alexis y Jordi Alba, en la segunda parte continuó con su recital. Primero asistiendo a un gran Pedro que volvió a demostrar sus tremendos recursos en el área, fintando al defensa y colocando un remate ajustado al palo largo, imparable para Caballero. Era el minuto 55 y una renta de dos goles parecía insalvable teniendo en cuenta lo que estaba sucediendo en el terreno de juego. Cuanto más un 3-0, que llegó tan sólo 3 minutos después, con una espléndida arrancada ‘made in Messi‘, generando atracción en la zona central para liberar y asistir a Pedro que puso un balón precioso al segundo palo donde llegaba Alexis Sánchez para cerrar el marcador y culminar su partidazo con un nuevo gol.

A partir de ese momento, el Barça continuó dominando, pero bajó un poco el ritmo y la acumulación de hombres en la defensa del Málaga, fue suficiente para evitar que llegaran más goles. Imprescindible victoria de un Barça, que como Real Madrid y Atlético debe comenzar a habituarse de que “quedan 17 finales“, porque tal como están las cosas, quien falle prácticamente se queda fuera en una Liga que por momentos llega a deprimir ante el miedo y resignación de los 17 equipos restantes.

Vamos Barça

El Barça del "a ver si suena la flauta"

Si tuviera que escribir un cuento, diría algo así como: “Erase una vez, un Barcelona que festejaba los empates a cero…” Porque así es. Busquets dice que hicieron un trabajo enorme. Pedro que merecieron más (con 2 tiros a puerta en 90 minutos). Cesc y Martino hablan de que el partido les hará más fuertes y es un paso adelante…

Me deprime. Me deprime casi tanto como cuando escuché aquello de “vamos a ser niños por una noche y creer que podemos remontar un 4-0“, para terminar encajando un 0-3 de un equipo que sólo venía a defender el 4-0 (no me quiero imaginar lo que hubiera pasado si necesitaran ganar…).

FOTO / fcbarcelona.es

Quiero decir una cosa a todos los que ya deben estar escribiendo su comentario para atacarme. Mi depresión como seguidor barcelonista. Mi tristeza. Mi pesimismo. Mi negatividad… EXISTE. Es cierto, soy todo eso. Lo soy porque no tengo otra actitud que mostrar, cuando creo que hemos desaprovechado dos años para al menos ganar una nueva Champions – el nivel en Europa no es maravilloso (aunque año tras año empieza a mejorar seriamente) -, y éste va camino de ser el tercero. A mí no me sirve ver si “podemos ganar una Liga” o si “igual ganamos la Copa“… Estas no se estarían ganando por un trabajo que roce la perfección y quiero resaltar TRABAJO, porque los títulos no se pueden garantizar, pero sí el trabajo y el sacrificio.

¿Esta es mucha exigencia? Señores. Ayer Simeone, por mucho que a alguno le pique, dijo una gran verdad: “La diferencia es de 400 millones“, y se olvidó de hacer una comparativa entre las fichas de unos y otros (empezando por lo que cobra el Tata y lo que cobra él…). ¿Pretendemos ganar entre 6 y 7 veces más que los jugadores del Atlético y que se aplauda un 0-0 en el que se han tirado dos veces a puerta habiendo llegado ambas situaciones de acciones completamente aisladas – es decir, no elaboradas por el equipo -?

Querido lector barcelonista. Yo no te digo lo que tienes que pensar. Estás en tu derecho de ser optimista, pero lo que no puedes es criticar a quien no lo es, en base a unos argumentos que son igual de respetables o más que los tuyos. Digo igual de respetables o más, porque en muchos casos al barcelonista positivo le traiciona su propia mentira. Le traiciona cuando asegura que “el Tata lo está haciendo fenomenalmente” y “empatar en el Calderón es un tremendo resultado“, a la vez que se chotea del juego del Real Madrid que si consigue ganar al Espanyol conseguirá depender de sí mismo para ganar la Liga al colocarse a tres puntos y tener un Real Madrid – Barcelona por disputar… ¿Cómo se explica?

Ayer leía asombrado en otros medios que: “Al Barça sólo le faltó el gol“. Me quedé anonadado… Vender como un éxito empatar ante el Atlético de Madrid es típico de épocas donde festejábamos entrar en la Liga de Campeones con Rexach y la chilena de Rivaldo. Claro que el Atlético es un equipo de los más duros de Europa. Claro que es complicadísimo ganarle. Pero nunca puedes salir de ahí sacando pecho por haber empatado, porque es el camino hacia el conformismo, hacia la mediocridad…

Éste Barça, empieza a ser el Barça del “a ver si suena la flauta”. A ver si el Real Madrid deja de ganar porque sí (jugando a un nivel bajísimo, prácticamente ha calcado los puntos del Barça y del Atlético, lo que debería servir para comprender porqué la Liga no sirve como elemento de juicio para comprobar el verdadero nivel competitivo del Barça) y nos llevamos la Liga. A ver si llegamos a la final de Copa y allí con algo de suerte ganamos al Atlético o al Real Madrid. A ver si en la Champions con algo de suerte vamos pasando rondas…

Un equipo fuerte no dice “a ver”. Un equipo fuerte trabaja día a día y partido a partido buscando la perfección, y no saca pecho por empates ante rivales cuya máxima estrella no sería titular en ninguno de los grandes equipos de Europa – con todos los respetos a los jugadores del Atlético, que me parecen muy buenos y dignos de un tremendo aplauso por su esfuerzo, pero su calidad creativa es demasiado limitada -. Estamos en la época del auto-convencimiento: “En unos meses se verá el mejor Barça“, “Estamos mucho mejor que hace 5 meses“, “Si viniéramos de ganar tan poco como el Madrid qué se diría…“, “Ya no somos el Barça de la época de Guardiola“, “el empate es un buen resultado“, “merecimos más (tirando dos veces a puerta)“… Excusas para auto-convencerse de que “no hay que exigir tanto, aunque se pueda”. Es como vender la “Liga de los 100 puntos” como maravillosa cuando en la Supercopa y en la Copa del Rey el Real Madrid te pasó con demasiada superioridad por encima, y lo que vimos en la Champions ante Bayern Münich y Paris Saint Germain, fue absolutamente desastroso. ¡Agárrate a la Liga, que allí siempre hay 17 equipos a los que le tenemos tomada la medida!, ¿para qué nos vamos a machacar?

No se trata de exigir títulos, se trata de exigir espíritu ganador y en el Barcelona se está cambiando éste espíritu que ha imperado en el club durante casi 4 años, por el espíritu conformista y el “a ver si suena la flauta”. La única posibilidad de que éste grupo de jugadores siga ganando, es que exista una fuerte exigencia por parte del entorno, y quien crea que estas críticas vienen por mi animadversión a Sandro Rosell (que la tengo, porque está destrozando el club), puede creerlo, pero esa no es la realidad. La realidad es que por culpa de una gestión revanchista e incompetente, el mejor equipo de todos los tiempos, ahora es simplemente un gran equipo que alardea de empates contra un rival con un presupuesto 400 millones menor y que pronto puede estar festejando haber llegado a semifinales, quedar 2º en Liga y ser finalista en la Copa. Que no os extrañe, si alguno exige que reconozcamos eso como una gran temporada, teniendo en plantilla al mejor futbolista de la historia del fútbol…

Pero bueno, “a ver si suena la flauta”… Eso es en lo que nos estamos convirtiendo, mientras irremediablemente van envejeciendo los jugadores que nos podrían estar dando todavía más de lo que nos han dado, desaprovechando así, una generación que muy probablemente tarde mucho en volver a repetirse – si es que vivimos para verlo -.