¿Qué pasa con el Barça "B"?

Cuando uno es tan crítico como yo lo estoy siendo con esta directiva, es porque hay argumentos de peso. A mí no me vale admirar la gran trayectoria de unos fantásticos jugadores que estoy completamente convencido de que harán lo posible por ganar. Hay que ayudarles a ganar, y eso es responsabilidad del aficionado barcelonista. Primero impidiendo relajaciones y declaraciones como las que en su día realizó Piqué, mirando para otro lado e intentando que la gente no pueda criticar. Segundo, impidiendo que desbarajusten las piezas del motor de este Modelo Deportivo que tanto ha costado instaurar teniendo en cuenta cómo estaba el club en 2003.

Tan mal estaba el club, que lo primero que se hizo fue focalizar casi todo en el fútbol y más concretamente en el primer equipo, de tal manera que la estructuración de la cantera tardó lo suyo y se acabó pagando con el descenso del Barcelona “B” a Tercera división. Eran otros tiempos. No había un equipo consolidado que funcionaba “como un reloj” y al que podías ir introduciéndole poco a poco canteranos para que fueran dando el relevo. Allí era necesario traer jugadores contrastados para levantar a un equipo que tenía nivel “UEFA” y que de hecho aquel año tuvo que competir en la “UEFA” – hoy denominado ‘Europa League’ -.
La situación actual es completamente diferente. Tras conseguir establecer las bases desde el Barcelona “B” hasta el “pre-Benjamín”, las cosas funcionan como nunca. En cada categoría hay varios futbolistas despuntando y no paran de llegar al primer equipo prometedores jugadores, que tristemente cada vez cuentan con menos oportunidades o se acaban escapando con la “excusa” – y digo bien excusa, porque a Deulofeu le echa el fichaje de Neymar -. Thiago Alcántara, Jonathan Dos Santos, Oriol Romeu, Andreu Fontás, Marc Bartra, Martín Montoya, Cristian Tello, Isaac Cuenca, Gerard Deulofeu y Rafinha son los nombres más destacados del último lustro. Son muchísimos jugadores y era muy complicado que todos tuvieran cabida, pero lo preocupante es la cada vez menor intención de darles minutos y sobre todo el descuido con el que se está trabajando el Barcelona “B”.
Kiko Femenía y Rodri fueron dos de los fichajes más caros de la historia de un filial. Ambos fracasaron. También Sergio Araujo. ¿Agostinho Cá y Edgar Ie? Prometedores fichajes que no paraban de lesionarse y prácticamente ni vistieron la camiseta blaugrana. Lo mismo que Sergi Justé. Todos ellos fichajes de Jordi Mestre, que ahora con la dimisión de Rosell, pasa a ser Vicepresidente Deportivo recogiendo el cargo de Bartomeu.
Pero lo peor no ha sido el desastroso rendimiento de los fichajes realizados. Lo peor está siendo que a diferencia de lo que sucedia con Luis Enrique, no se ve evolución alguna en los chavales. El objetivo es claro: “Mantener la categoría y formar“. Cuando hablamos de “formar”, nos referimos a que jóvenes jugadores demasiado habituados a categorías donde ganaban con comodidad, se adapten al trabajo profesional y a una exigencia competitiva mucho más alta, pero nada más lejos de la realidad.
Con Eusebio, el Barça “B” se ha hecho famoso en estos tres últimos años, por las remontadas que recibía, un claro síntoma de falta de concentración y por tanto de mal trabajo formativo. Cierto es que no es nada fácil motivar a unos jugadores que lo que desean es jugar en Primera y en la Segunda División no tienen ningún objetivo más que salvarse, pero el problema es que esta temporada parece que ya ni siquiera son capaces de motivarse para salvar la categoría, puesto que el descenso se encuentra a tan sólo un punto, se han ganado 8 partidos de 28 y el promedior goleador llega muy justito al gol por partido, lejísimo de lo conseguido temporadas atrás.
Con estos resultados, será muy fácil convencer a aquellos que no siguen al equipo de que “la cantera está agotada, no hay nivel”, pero la realidad es que sí lo hay. Sergi Gómez, Bagnack, Grimaldo, Samper, Espinosa, Denis Suárez (no todos los fichajes podían ser malos, de hecho Luis Alberto también salió bueno), Babunski, Adama Traore, Sandro Ramírez y Dongou son todos jugadores con potencial para jugar en Primera División en equipos de “zona Europa“, pero verles jugar en el Barcelona “B” provoca depresión por la apatía e inconsistencia que muestran en el juego. No debemos olvidar además, que por detrás están Enguene, Kaptoum, Ebwelle, Maxi Rolón o Munir El Haddadi con un potencial espectacular, pero dificilmente llegarán, si la directiva y el entrenador del primer equipo continúan con esta actitud alejada de la que vimos en la “era Guardiola“.
Por supuesto, si el Barcelona “B” perdiera la categoría, sería un gran problema. Retener a jóvenes valores con la promesa de jugar en “Segunda B y luego ya veremos“, resultará tremendamente complicado. Mientras tanto, Eusebio parece “cómodo” en su puesto. Son ya tres temporadas repletas de alti-bajos, pero ninguna tan mediocre como la actual por la tremenda irregularidad y monotonía del juego. Llegar a los momentos clave de la temporada en la zona baja puede atenazar a los chavales y provocar un descenso, que igual vendría muy bien a aquellos que desean “cosas nuevas” y “más comisiones – digo fichajes… – y menos cantera“.