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| Foto / uefa.com |
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El ciclo del FC Barcelona comenzó a apagarse en los últimos días de Guardiola. En aquel momento, tenían que haber realizado cambios. No se realizaron, y por ello a pesar de haber ganado una Liga, una Supercopa de España y si se gana algo más este año – que una vez más diré que no lo creo ni mínimamente-, el ciclo habrá llegado a su fin.
A diferencia de lo que creen algunos, los ciclos no llegan a su fin cuando se deja de ganar. Los ciclos llegan a su fin cuando nos alejamos del paradigma establecido en cuanto al trabajo diario y en el campo. El FC Barcelona, como ya he dicho, comenzó a salirse de ese camino en los últimos momentos de Guardiola como técnico y a partir de ese momento, si no tienes la capacidad y talento para reaccionar – y es obvio que la Junta Directiva primero y Zubizarreta, con Tito y Tata después no lo han tenido -, lo único que queda es esperar a ver cuando nos estrellamos contra el muro.
Es como un coche cuando va a tener un accidente, quizás puedes controlar o rectificar un poco al principio para retardar todo lo posible el accidente o hacer que sea lo menos grave posible, pero lo más normal es que más tarde o más temprano te acabes estrellando porque ya no conducías con la misma concentración.
Ahí está la clave. En la concentración. En la disposición para hacer las cosas de 10:
Cuando hablo de Paradigma, no pensemos sólo en el entrenamiento técnico, en el programa físico o en los múltiples conceptos tácticos que manejábamos. Empecemos por lo básico e imprescindible, y lo básico e imprescindible es esta cita. Por eso he insistido e insisto, en que no es tanto pedir que regrese Guardiola – que ojalá, aunque teniendo en cuenta como han manchado su reputación y las ganas que le tienen algunos (esto es vergonzoso y más aún que sean los que se atrevan a repartir cartas de buenos y malos barcelonistas), no tengo claro que fuera una buena idea -, como mantenerse fieles a la metodología establecida.
“El Barça de Guardiola nunca volverá”
No necesito ser psicólogo para entender que repetir esta frase una y otra vez es uno de los mayores errores que se puede cometer. Le estás enviando al equipo el mensaje de que “tranquilo, que entendemos que no ganes tanto y no corras tanto…“. Así es imposible mantener un ciclo ganador, pero los medios oficiales de los “mandamases” copiaron y pegaron el dictado de sus jefes y tristemente muchos barcelonistas les han seguido – y todavía siguen – el juego alegando que su barcelonismo es enorme – que no, que no hacer autocrítica es fanatismo, no barcelonismo y eso nunca nos ha ayudado… -.
Para mantener el ciclo ganador del FC Barcelona – o de cualquier equipo o en cualquier situación -, lo que se requiere es capacidad analítica y valentía. Obviamente es fácil decirlo pero difícil hacerlo. Pongo el ejemplo de Guardiola – por eso me duele tanto que esté en otro banquillo -. Ganas la Champions, con Eto’o siendo uno de los mejores jugadores del mundo, marcando en la final de Champions, ante el Bayern y el Lyon, pero decides que una de las claves es poder echarle – aún sabiendo que tiene todavía muchísimo fútbol en sus botas y que es un jugadorazo -.
Saben bien quienes me siguen desde hace años en Mundo Deportivo o Yahoo! Eurosport, que Eto’o era mi jugador predilecto. No era uno de esos “antieto’o” encubiertos. Me dolió que tuviera que irse, pero tenía claro que si Guardiola tomaba esa decisión es que percibía que su comportamiento podía ser nocivo para el futuro del equipo.
La decisión no era sólo difícil por esto, también por el tema económico, pero aún así Guardiola dijo: “Hay que hacerlo“. Y no paró ahí. Tampoco le tembló e pulso cuando Toure quiso imponer su ley y menos cuando Ibrahimovic quiso imponer la suya. A Henry, tras una muy buena temporada, lo envió al banquillo para poner a Pedro.
Son mensajes: “Perdonaré que no acierten, pero no que no se esfuercen” y “aquí mando yo, o corres y piensas primero en el equipo, o te vas” – por cierto, pondría las dos manos en el fuego a que Toni Kroos está fuera del Bayern, por su actitud al ser sustituido hace unas semanas y por recientes declaraciones dejando su futuro en el aire. Es otro crack y muy querido en Münich, pero si Guardiola entiende que hará daño al equipo (y posiblemente ha sido el de las filtraciones), lo sacará. El United podría ser su destino -. Y lo hacía y el equipo seguía manteniendo el nivel competitivo y ganando. Primero sin Eto’o, luego sin Touré, Henry e Ibrahimovic.
Ahora alguno quizá estará pensando. “Sí, vale, ya sabemos que Pep era el puto amo, que pesadito eres…“, pero estás en un error. Esto no se trata de ensalzar a Pep, se trata de recordar como hizo que el coche nunca se saliera del camino, porque sabía que piezas podían hacer que el coche entrara en barrena, de la misma manera que tengo clarísimo que sabía a que dos o tres jugadores había que sacar en 2012 para que el equipo no se desviara de la senda del éxito y el “coche” no caminara sin remisión hacia el muro que marca el final del ciclo.
Mantener el ciclo ¿todavía es posible?
La noticia más negativa para el FC Barcelona – aunque alguno crea que sea el hecho de no ganar títulos esta temporada o incluso estén centrados en ver si suena la flauta y se gana la Champions (opciones pueden existir de que suene, pero lo haga o no, el problema no desaparecerá. Lo ideal sería ganar la Champions y la Copa y limpiar todo, pero eso jamás sucedería porque el fanatismo es demasiado grande a pesar de lo que nos enseñó Guardiola) – es que por no ir haciendo los ajustes necesarios cada temporada, ahora mismo tiene una situación complejísima.
No creo que baste con traer un entrenador nuevo y hacer como dicen “3 o 4 fichajes“. Este grupo de jugadores necesita mucho movimiento, muchas novedades y estímulos. La época de los “pequeños retoques” pasó y la noticia más preocupante para mí, es creer que hemos perdido toda la base y herencia que Guardiola había dejado. Con lo que si queremos volver a ser lo que fuimos, se debería iniciar desde cero, con los jugadores más imprescindibles del primer equipo – de esto hablaré más en profundidad cuando no quede ningún título en juego, porque no quiero que me acusen de antibarcelonista -, una junta directiva que crea en el “cruyffismo” y por supuesto, un entrenador acorde a nuestras necesidades – también hablaremos de ellos en su momento -.
Al final del día, o a primera hora de mañana, ya nos ponemos con el Barça – City, que sorprendentemente (por el resultado que debería ser una sentencia) para mí está al 50% y en ese nuevo ‘post’ explicaré mis razones.
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Cristian Pulina 