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Foto / EFE |
Especialmente para Atlético de Madrid y Barcelona. Los primeros se enfrentan a una situación completamente desconocida para ellos. Seguro que Simeone insistirá en la filosofía del “partido a partido” instaurada desde que comenzó el campeonato. Un lema acertado que permite al equipo no cometer dos de los más frecuentes errores del ser humano a la hora de vivir la vida, pensar en el pasado o en el futuro. Viviendo el presente, al Atlético le ha ido de maravilla, pero ahora es líder, la aficiòn comienza a creer en las posibilidades de ganar la Liga y también el propio equipo, con lo que cada minuto que pase sin tener el marcador a favor, la presión será mucho mayor que la que tenía hace 7 días cuando estaba en un segundo plano mucho más cómodo para gestionar las emociones.
Este ejemplo lo pudimos ver especialmente hace algo más de una década, cuando las ligas estaban mucho más “abiertas” y equipos como el Celta de Vigo de Víctor Fernández o el Mallorca de Héctor Cúper, conseguían hacerse con el liderato. Justo en el momento que lo conseguían, comenzaban a perder puntos, a pesar de que los partidos que tenían ante sí, eran idóneos para seguir ganando.
El Atlético además, viene de una derrota por 3-0 ante su gran rival, que emocionalmente tiene que hacer daño. El Almería es un rival idóneo para conseguir los tres puntos, pero veremos si “el Cholo” consigue mentalizar adecuadamente a los suyos.
El Barça en la “cuerda floja”
Hace tiempo que creo que de un momento a otro, el Barça puede entrar en una crisis colosal. La sencillez con la que consigue ganar a la mayoría de equipos en la Liga, ayuda a que se tapen las “rencillas” y carencias, pero desde que comenzara 2014 y los rivales comenzaran a meter “el cerrojo”, se ha ganado 1 partido de 4 disputados en la Liga.
Unai Emery no es un entrenador que se caracterice por planteamientos conservadores. Siempre se lo puso muy difícil al Barça cuando actuó como local y lo hizo llevando a los suyos a presionar sobre la salida de juego barcelonista. Su Sevilla actual, no parece tan compacto como aquel Valencia que perpetuó en “Zona Champions“, por lo que quizás se traicione a sí mismo – casi nunca suele salir bien – e imite al Atlético, Levante, Málaga y Valencia en sus planteamientos.
De ser así, ¿cómo reaccionará el Barça? Si la situación del Atlético emocionalmente es más exigente por verse obligados a defender el liderato, no menos exigente es para el Barça verse obligado a ganar para no decir prácticamente adios a la Liga – siempre y cuando, Real Madrid y Atlético ganen hoy, que está por ver -.
A pesar de que los jugadores busquen echar balones fuera – señalando a cualquiera menos a ellos mismos -, saben tan bien como los aficionados barcelonistas más críticos, que el nivel competitivo del equipo no ofrece tantas garantías como debiera y esa desconfianza puede hacerse más grande si hay problemas para superar al Sevilla. En el caso de que llegara un nuevo tropiezo, creo que podrían saltar todas las alarmas, porque recuperando el paralelismo con el Real Madrid de Queiroz, cuando aquel equipo frenó su inercia ganadora, comenzó una inercia de derrotas espectacular en la que no me extrañaría que entrara el Barcelona si esta jornada también es infructuosa para nuestros intereses en la Liga.
Por mucho que desee que no sea así, hace tiempo que tengo la sensación de que la verdadera crisis del Barça, está más cerca de lo que muchos piensan. Veremos si “San Messi” es capaz de evitarlo.
El Real Madrid el gran beneficiado
Sin Mourinho, han adoptado un papel de actor secundario que les ha beneficiado muchísimo. En un abrir y cerrar de ojos se han enganchado a la Liga. A pesar del tropiezo en Bilbao, llevan una trayectoria de resultados muy sólida, recibiendo muy pocas ocasiones y elevando su autoestima con la goleada al Atlético en la Copa, que prácticamente les ha colocado en la final.
Aunque está en la misma situación que el Barça – un error le puede alejar casi definitivamente de la Liga -, creo que el Real Madrid es el gran beneficiado dentro de esta situación emocional compleja que deben atravesar los “tres grandes” de la Liga, en las próximas jornadas.
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