La racha del Real Madrid nos puede venir bien. ¿Vuelve la arrogancia?

Foto / uefa.com


!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?’http’:’https’;if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+’://platform.twitter.com/widgets.js’;fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, ‘script’, ‘twitter-wjs’);Una de las cosas que más me preocupaba del Real Madrid en los últimos tiempos era “el silencio“. Ya no había portadas. Ni provocaciones de Mourinho, ni “pepadas“, ni declaraciones sin sentido de Sergio Ramos. Más allá de la polémica con Di María, todo fue silencio, y creo que cuando nadie te espera, cuando los ojos de la inmensa mayoría están mirando a los demás, es mucho más sencillo concentrarse y sacar lo mejor de ti mismo.

Así está siendo en estos dos primeros meses de 2014, en los que el Real Madrid lleva una racha de resultados espectacular y un nivel de juego que aún estando a años luz de la excelencia, si ofrece sensaciones de mayor solidez – más recursos con balón y mayor solidez en el repliegue -. Con 39 goles a favor y 4 en contra, ganando 14 partidos, empatando 1 y con 0 derrotas en 15 partidos, en Madrid ya se comienza a hablar de “tripletes” y el trabajo en la sombra toca a su fin.
Como ya dije hace unas semanas, tristemente veo al Real Madrid ganando al Barça en cualquier enfrentamiento directo – ¿razón? simple. Para ganar a un equipo fuerte defensivamente y con delanteros determinantes, el Barça en conjunto tiene que ser el mejor Barça, y hace mucho más de un año que no veo eso, aunque el Barça actual tampoco sea un desastre -, pero las opciones de creer en un bajón del Real Madrid crecen cuando a causa de su éxito en los últimos tiempos, ya se empieza a hablar de “tripletes“, de que es “una maquina goleadora imparable“, de que “Casillas es el mejor del mundo” – el desprecio a Diego López, es algo absolutamente increíble. Hay que ver lo importante que es, ser amiguito de determinados periodistas y personajes… “Tú me das a mí una primicia y yo te pongo por las nubes en la prensa, ¿vale?”… PUAAAJ -.
Cierto es que no da la sensación de ser prepotencia, sino una lógica ilusión por el buen marchamo del equipo. Ancelotti está demostrando el porqué de su gran currículum y hasta el momento su trabajo es extraordinario porque ha hecho progresar un bastante al Real Madrid en lo táctico y sobre todo, parece haber recuperado las buenas relaciones en el vestuario que parecían rotas en el último año de Mourinho.
En esta situación, es difícil no tener miedo. Sin el mejor Barça, el Real Madrid tiene vía libre para imperar en España por primera vez desde 2009, pero todavía me queda la esperanza de que la eterna arrogancia madridista les juegue una mala pasada y de que en la Champions, no les vuelvan a colocar otro escenario estilo ‘Europa League‘, pues si tras el Schalke toca el Olympiakoso incluso el United, que sería un milagro que Moyes consiga hacer de ese equipo algo equilibrado en cuestión de un mes (sin dudas el rival de esa eliminatoria, es la “perita en dulce” de los cuartos) -, se repetirá el escenario de hace dos temporadas cuando el Real Madrid se plantó en las semifinales sin jugar ante ningún equipo de primer nivel europeo.
Tristemente tengo la sensación de que hemos perdido la iniciativa y ahora toca preocuparse seriamente de la evolución del Real Madrid. Algo que jamás debería suceder. Somos un equipo que bien gestionado vive años por delante de unos rivales que siguen sumergidos en el fútbol del siglo pasado. No lo digo porque sean más o menos ofensivos. Lo digo porque a nivel de gestión hacen las cosas como las está haciendo últimamente el Barcelona. Un Presidente que ficha lo que le da la gana, una cantera que “sirve a veces”, un entrenador que va y que viene y que no pinta nada en las decisiones técnicas. Hoy soy contragolpista y mañana juego al ataque… No hay estilo. No hay modelo. Los jugadores están por encima del proyecto, como si vivieran en 1990. El Real Madrid que vive a la espera del “bajón” del Barça, puede aprovecharlo como ya lo hiciera en los dos años malos de Rijkaard, sin embargo, aún tengo cierta esperanza de que esta buena racha vuelva a traer de vuelta uno de sus grandes enemigos, la arrogancia y nos permita en un futuro próximo restablecer la cordura en la gestión, para seguir liderando el fútbol mundial.
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