Barcelona 2-3 Valencia: Y la flauta dejó de sonar

Es lo que tiene la autogestión. Alternas días de felicidad extrema, con momentos de incomprensible desconcentración. Si a esto le sumas toparte con un equipo que plantea bien el partido y deja de ser un “resignado” para pasar a competir de verdad, pues es muy comprensible que te encuentres un 2-3, y como sucediera tras caer ante el Levante, que te toque esperar, a ver si suena la flauta otra vez y el Atlético y el Real Madrid no ganan, si lo hacen, las probabilidades de que acierte con aquel fatídico pronóstico: “es imposible ganar algo”, creo que son muy elevadas.

Barcelona 2-3 Valencia
Alexis min.7 y Messi min. 53 (P)

El propio Martino lo dijo antes del partido: “Se acabó el margen de error“, y en el primer partido, jugado además como local, se tropiezo ofreciendo una de esas imágenes tan reconocibles de la “autogestión“. ¿Qué no sabes cómo es esa imagen? Échale un vistazo al trabajo defensivo sobre Feghouli en el 2-3 y es posible que entiendas de lo que hablo.

El equipo, que arrancó muy bien, adelantándose con un afortunado gol de Alexis en el minuto 7, estaba ofreciendo una imagen, hasta que sintió que la victoria podía ser tan cómoda que quizás podían pararse a buscar el gol de Messi en lugar de la goleada. Esa actitud, que jamás puede existir en la Jornada 22 de una Liga donde el margen de error es ridículo, es la que tuvo el Barça mientras disfrutaba de un escenario perfecto para golear y sentenciar el partido. No lo hizo y el Valencia, a diferencia de otros equipos sí planteó suficientemente bien el partido y no se resignó.

El Barça comenzó a dormirse, centralizando el juego de una manera escandalosa – recordando y mucho al partido contra el Bayern en Münich, cuando todos buscaban a Messi aunque tuviera 2 o 3 jugadores alrededor -, y el Valencia se fue creciendo. Antes del 1-1 ya tuvo varias tentativas de contragolpe que no llegaron a buen puerto por muy poco. Sí lo hizo una, en la que el Barça se rompió como equipo y en la que Parejo condujo perfectamente el ataque. Sólo tuvo que lanzar una pared con Feghouli para batir al peor Víctor Valdés de la temporada.

Así se llegó al descanso. Con 1-1 y sensaciones preocupantes que aumentaron en la segunda, cuando a los cuatro minutos, Barragán se internó por la banda y consiguió sacar un centro que tras ser peinado en el primer palo provocó una innecesaria media salida de Valdés, al que Piatti superó por arriba, con un meritorio testarazo.

En esos momentos complejos emocionalmente, el partido se disparó. A los cuatro minutos el Barça conseguía empatar gracias a un penalti por mano de Ricardo Costa, pero cuatro minutos después, Feghouli aprovechó el tremendo error de concentración de los jugadores del Barça para asistir a Pablo Alcácer que sacó un gran remate con la colaboración de Piqué, que le marcaba con la mirada a dos metros…

Quedaba media hora por delante, pero en esos minutos, el Barcelona no fue superior al Valencia, porque los de Pizzi se lo creyeron y el Barça comenzó a hacer lo que llevaba mucho tiempo sin hacer: DUDAR Y PASÁRSELA A MESSI ESPERANDO A QUE SONARA LA FLAUTA…

Messi es tan bueno, que está claro que en algún momento fabrica alguna. De hecho casi evita la derrota con una mágica acción asociativa con Alves e Iniesta en los minutos de descuento, pero esa desde luego no es la fórmula de buscar superar entramados defensivos complejos.

Martino aseguraba que con planteamientos como el del Levante: “De 10, ganaría 9”, la realidad es que de los últimos 4 en Liga, ha ganado 1, y empiezo a pensar que si Sergio Sánchez no hubiera dejado sólo a Piqué en aquel córner y se hubiera llegad al descanso con 0-0, igual aquel tampoco lo hubiéramos conseguido vencer. Esto que comento, no es ninguna broma. Si los equipos comienzan a entender que a este Barçasí se le puede meter mano, bajo planteamientos defensivos“, podemos ir dando por perdida la Liga, salvo que Real Madrid y Atlético dejen de rendir como lo vienen haciendo, claro. En ese caso, todo es posible, y ese caso es volver al “a ver si suena la flauta”. Qué triste, cuando teniendo al mejor jugador de todos los tiempos en el equipo, tenemos que recurrir a esto.


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No era Mourinho. Es la caverna

Todavía existen algunos ingenuos, que siguen creyendo en aquello de que “el mal ambiente entre Barcelona y Madrid era debido a José Mourinho“. No voy a decir yo ahora, que el técnico portugués no sea polémico, pero desde luego la causa fundamental de los problemas extradeportivos entre Barcelona y Real Madrid, no era él.

Antes de que llegara, ya existía ese patético cuento del “Villarato“, en un burdo intento de hacer ver que “hacían lo mismo que los culés cuando el Madrid ganaba en otras épocas“. Por desgracia para ellos, a nosotros nadie nos cantó en los estadios “así gana el Barça” – por iniciativa popular, no mediática… un detalle importantísimo -, y en Barcelona nadie tiene que avergonzarse porque les expulsen rivales sordomudos por protestar.

El cuento del “Villarato” era ese de que al Barça le ayudaban porque “le señalaban penales a favoro o expulsaban contrincantes“, pero luego uno cogía la estadística de penales señalados y expulsiones de rivales, durante la época en la que el “Villarato” vivió su máximo apogeo, y resulta que estas decían que el Madrid tiraba casi el doble de penales que el Barcelona

Es ridículo. Casi tanto como el espectáculo que están dando en las últimas horas, por una expulsión de Cristiano Ronaldo, que sirve como pretexto para justificar la pérdida de dos puntos, pero cualquiera que tenga una mente objetiva y no fanática, se dará cuenta de que el Athletic había empatado antes de la expulsión de Cristiano Ronaldo, y que el portugués venía caliente desde la primera parte cuando el colegiado no señaló como falta un clarísimo agarrón de Gurpegi.

¿Por qué todo esta polémica? Muy sencillo. En Madrid ha comenzado la campaña para ganar la Liga. Hay que hacer ruido para que el próximo error favorable a Barcelona o Atlético y en contra del Real Madrid, tenga todavía más repercusión, y de esta manera los árbitros que, como Iturralde confesó: “son en su mayoría madridistas”, entre este sentimiento y el miedo a salir en los medios, comiencen su recital de errores no forzados a favor del blanco.

No era José Mourinho. Siempre es la caverna.

Buen viaje, sabio

Una de las cosas que más me desagrada socialmente hablando, es cuando fallece una persona y de repente todos comienzan a hablar maravillas sobre ella. Me parece un ejercicio de cinismo y falsedad muy prescindible y deseo que algún día desaparezca.

El cinismo y la falsedad son una desgracia para el bienestar social. Allá donde exista una mentira, no puede existir verdad. Yo no conocí personalmente a Luís Aragonés, pero pondría las dos manos en el fuego a que estaría de acuerdo con mi opinión y a que él sí era una bella persona.

¿En qué me baso? Pues en muchos detalles y destaco principalmente uno: su defensa a Louis Van Gaal. Juraría que fue en su primera etapa como barcelonistararo que se me olviden estos detalles, pero empiezo a hacerme mayor… -, cuando Aragonés entrenaba al Betis, que “el sabio de hortaleza” en la previa de un Betis – Barcelona, salió en defensa del entrenador holandés por las según él: “Vergonzosa campaña de persecución que se le estaba realizando“. Todos callaron. Nadie esperaba que Aragonés hiciera semejante acto de defensa. Fue mucho más que “defender a un colega”. Fue la indignación de un hombre ante tanta mentira y comportamiento mercenario por parte de unos medios que ya por entonces caminaban hacia la criminal – no tiene otro nombre e incluso me parece suave – y terrorista actitud que ostentan hoy.

Luis Aragonés, además de un gran entrenador, siempre fue un hombre valiente. Lo sé por gestos como ese, y por un gesto de igual magnitud, como el que realizó tras el Mundial de 2006 donde siempre insistiré, que mi “azzurra” fue campeona, pero España fue de lejos la que mejor fútbol hizo -, al atreverse a dejar fuera de la selección a Raúl González igual si le hubiera dejado fuera en el Mundial 2006 y hubiera jugado Iniesta en su lugar, España hubiera obtenido ya por entonces, otros resultados… -.

Aragonés no sólo se enfrentó a un Raúl, que demostró durante los años posteriores el repulsivo egocentrismo de la mayoría de futbolistas, si no sobre todo a una presión mediática muy similar a la que vivió el hombre que había defendido anteriormente, Louis Van Gaal.

Quisieron forzar su salida desde todos los medios tras el Mundial 2006. Se decía que la RFEF no le despedía porque “querían ahorrarse el finiquito“. Todo tipo de desprecios para una persona, que lejos de venirse abajo, trabajó a destajo para iniciar el proyecto de la España de hoy, cuando casi toda España quería un cambio de estilo con Benítez como máximo favorito – por entonces triunfaba en el Liverpool – y el Barça de Rijkaard comenzaba a hundirse.

Se mantuvo fiel a sus principios y a sus ideas. Si la “fe” existe, su victoria en la Eurocopa 2008, fue un auténtico acto de fe, y debo decir que a pesar de que cada victoria de España me cuesta digerirla – porque quienes me conocen saben que sólo voy con Italia y si gana España tengo que aguantarles… -, festejé aquel gol de Torres ante Alemania como si fuera uno para el Barça, porque deseaba que Luís Aragonés tuviera su venganza.

A pesar de todo, Aragonés no se recreó ajusticiando a los indeseables comunicadores que le faltaron al respeto durante años. Desde utilizar series de máxima audiencia como “Los Serrano” poniendo pancartas de “Raúl selección“, hasta enviar al “Follonero” de infiltrado a un entrenamiento para sacarle de sus casillas y hacerle quedar como un “viejo chocho” ante toda España.

Aragonés disfrutó en silencio de su gran victoria, porque era un hombre de los de verdad. Un hombre valiente, honesto, con las ideas claras. Aunque seguro que le agradaría tenerlo por ser un acto de justicia, no necesitaba el reconocimiento de nadie, porque en su fuero interno, sabía que él había hecho lo correcto.

Hoy, se ha ido un grande. Todo mi apoyo para la familia de Luis Aragonés, y que tengas buen viaje sabio.

Ayer me emocioné con el Barça

Foto / Reuters

Debo confesarlo. Ayer me emocioné con el Barça. Que en un partido sin interés en lo competitivo, con una afluencia de público tan escasa y unas condiciones metereológicas tan adversas, el equipo haya conseguido estar tan intenso, tiene muchísimo mérito.

Si algo hay que reconocerle al “Tata” Martino, es que está sabiendo llevar muy bien el vestuario. Como Vicente Del Bosque la selección española tras Luis Aragonés, o como Frank Rijkaard sus tres primeras temporadas en Barcelona. No asfixia a los jugadores y les deja hacer lo que más les apetece. Es plenamente consciente de que el Barça es “un equipo hecho” y con tantos hábitos adquiridos que pretender cambiarlos podría ser un error de magnitudes bíblicas.

Lo malo de este tipo de actitudes, es que a Rijkaard le jugó en contra y pudimos ver en su día como a Carlos Queirozpara mí sigue siendo el ejemplo perfecto para representar el actual papel de Martino -, también. Si ayer sacaba a colación el tema del Borussia Dortmund, es porque creo que al Barça le pasó algo parecido la pasada temporada, y puede pasarle en la actual. Me inquieta mucho el “triple empate” ante el Atlético, los tremendos problemas creativos ante equipos bien organizados atrás – es obligatorio decir que el Levante de Copa, sólo fue el Levante de Liga durante 45 minutos, pues una vez el Barcelona se puso 1-1 y tomó ventaja en la eliminatoria, los jugadores mentalmente se dejaron ir -, y por ello a pesar de la buena actitud de los jugadores, me resulta imposible mostrar la actitud positiva que sí tenía con Guardiola y que ya la pasada temporada me comenzó a abandonar.

Tito Vilanova a fin de cuentas, fue un entrenador muy similar al “Tata“. Claramente “dejó hacer” y eso fue suficiente para ganar la “Liga de los 100 puntos“, que esta temporada se podría repetir, pero el miedo es que también se repitan los fracasos estrepitosos – porque caer como se cayó ante Inter, Chelsea, Sevilla o Madrid en Champions y Copa respectivamente, durante la era Guardiola, no es un fracaso, pero sí de la manera en la que lo hicimos la pasada temporada ante Madrid y Bayern -, de Copa y Champions.

Esos fracasos creo que llegaron más por incapacidad táctica – siempre es más bonito decir que “con Roura no se entrenó” (ah, pero para meterle 4-0 al Milan ¿sí?) -, que por falta de actitud o plantilla, y tengo la sensación de que esa “incapacidad táctica”, también tiene mucho que ver con una mala confección de plantilla y ser esclavos de esa “autogestión” que tan bien nos está viniendo para que los jugadores muestren la buena actitud que están mostrando.

Me refiero con esto, a que cuando llegan los partidos decisivos, que todos quieren jugar, hay que atreverse a poner en el campo los jugadores más necesarios tácticamente hablando, y no aquellos que sabes que más problemas te pueden ocasiones. En el Milan 2-0 de la temporada pasada, Cesc Fábregas le quitó el puesto a Alexis y también en el Real Madrid 1-1 Barcelona en la ida de una Copa, donde Fábregas hizo el gol, pero al margen de ese gol su partido fue muy discreto y el Barça desaprovechó muchos minutos con el Real Madrid muy mal posicionado en el campo. Tito terminó sustituyendo a Fábregas casi en los minutos finales por el propio Alexis. Un cambio que muy probablemente se hubiera producido antes de no haber anotado el gol.

No quiero decir con esto que “Cesc sea el culpable. Lo que si digo es que hay un esquema y unos roles de juego determinados. Si a Messi deben acompañarle dos hombres del perfil “Pedro y Alexis” y para dar cabida a los “que más se quejan”, modificas estos roles, más temprano que tarde comienzan los problemas por mucho que en la Liga consigas superar a casi todos los rivales con facilidad.

Ante el Bayern el problema fue diferente. En ese partido sí jugaron Alexis y Pedro junto a Messi. Pero es que allí el planteamiento pareció ser: “salir y hacer lo que sabéis“… No se me va de la cabeza esa sensación de que el Bayern sabía a cada momento por donde iban a aparecer nuestros jugadores. Ni una sola modificación de posiciones en el transcurso de la elaboración ofensiva – como por ejemplo se hacía en la “era Guardiola” en partidos de estas características – para sorprender y lo que es peor, el equipo perdió los papeles de una manera incomprensible. Cuando ves que las cosas no te salen y no puedes realizar tu juego, no es mala idea trabajar para que el resultado sea el más corto posible. En lugar de eso, el equipo hizo lo que quiso y se desorganizó completamente encajando una paliza que condicionó toda la eliminatoria. 

Esos son los problemas de dar “libertad” a la plantilla. Por un lado cuentas con la ventaja de que relajas la mente de unos jugadores que quizás comenzaban a estar al límite con Guardiola. Por otro, sin embargo, corres el riesgo de que todo se desmorone en cualquier momento, por ausencia de liderazo. Ojalá que no. Ojalá que al final de la temporada me lleve una sorpresa y esta “autogestión“, sirva. De momento sólo puedo decir, que emociona ver al equipo con tanta intensidad tras tantos años de victorias, y que espero ansioso la eliminatoria contra el Manchester City y el nuevo “clásico” ante el Real Madrid, para poder comprobar cómo reacciona el equipo.

¡Vamos!

Partidos "grandes". Jornada de Liga muy importante

Foto / AFP

Llegamos a las semifinales de la Copa del Rey. El esfuerzo realizado habrá sido en balde si ahora se falla. Barça, Atlético y Real Madrid, con la Liga en un puño y a un pasito de la final, tendrán que vérselas ante Valencia, Athletic y Real Sociedad este fin de semana.

Los rivales poseen el nivel suficiente para hacer fallar a los “grandes” y más si estos juegan despistados por la presencia de esas atractivas semifinales coperas. Hay “pros” y “contras” para los “grandes“. Por ejemplo, a favor del Atlético juega el hecho de que la Real Sociedad también está presente en la Copa, y la gran pregunta que toca realizar es: ¿A qué dará prioridad Arrasate?
Quizás entrar en Champions sea más importante para el club, tanto por ilusión de los jugadores, como por ingresos. Sin embargo, la opción de ganar una Copa del Rey la tienen a tres buenos partidos y a tres no del todo buenos del Barça y del Atlético o Real Madrid. ¿Darán prioridad al partido ante el Atlético para que no se escape el Athletic o a la Copa? Es muy complicado saberlo.
Implicado en la lucha por esa última plaza que da acceso a la Champions, también está el Athletic, que en estos momentos es su dueño. Los de Valverde han realizado un fuerte desgaste en la Copa y ahora reciben a un Real Madrid completamente enrachado, que en los últimos años no ha tenido demasiados problemas para ganar e incluso golear en Bilbao. Las atrevidas propuestas de Bielsa, beneficiaron mucho el carácter contragolpista del Real Madrid. ¿Será Valverde capaz de frenarles como ya lo hicieran con el Barça?
Por último está el Barça. Contra un Valencia que es un mar de incógnitas. A la espera de un “dueño” y un “proyecto deportivo real”, se acaban de cerrar las cesiones de Guardado, Canales, Pabón y Postiga, a los que podría unirse Banega en las próximas horas, mientras llega Seydou Keita para reforzar la medular, aunque obviamente todavía no estará disponible para jugar contra el Barça.
Indeseable la labor que tiene Juán Antonio Pizzi, que cogió un equipo muy lejos de sus objetivos y ahora tendrá que esperar para ver con qué jugadores puede contar y con cuales no. Parece un partido idóneo para que el Barcelona pueda conseguir una victoria cómoda, pero la proximidad del partido copero ante la Real, y esa actitud de “víctima” con la que vendrá el Valencia, pueden ser los grandes peligros para un Barça, que tal y como está la Liga, no puede permitirse ningún tropiezo.

Siempre "Macanudo"

Con motivo de la visita del Valencia mañana, hoy me gustaría traer un poco de historia, para aquellos barcelonistas “más jóvenes”, que no pudieron vivir la historia de “Macanudo Pizzi“. 

Tan sólo dos temporadas en el Barcelona. Es muy difícil que un jugador pueda dejar tanta huella como la que dejó Juan Antonio Pizzi en un periodo de tiempo tan breve. Llegó de Tenerife con la carta de libertad bajo el brazo. Allí había completado la mejor temporada de su carrera siendo el máximo goleador de la Liga anotando la friolera de 31 goles – por entonces la Liga era bien diferente y era muy raro ver a un delantero alcanzar los 30 -, pero el Barcelona buscó otro delantero más, y para desgracia de Pizzi, éste era ni más ni menos que Ronaldo Luiz Nazario de Lima.

En el esquema del fallecido Bobby‘ Robson que descanse en paz -, sólo tenía cabida un delantero centro y ese puesto era para el mejor Ronaldo que ha visto el mundo del fútbol. Ahí Pizzi comenzó a ganarse la estima del aficionado barcelonista. Ni una sola queja. Asumió su papel de suplente “fijo” con una enteresa espectacular teniendo en cuenta que venía de realizar una temporada extraordinaria.
Pizzi jugó 72 partidos en el Barcelona y sólo pudo marcar 18 goles, pero claro, de esos 72 partidos la inmensa mayoría los jugó como reserva, y de esos 18 goles, cuatro fueron especialmente importantes. Los dos que anotó en el Vicente Calderón en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey para conseguir ventaja ante el vigente campeón de la competición – el Atlético de Madrid -, el anotado ante el Betis en la final de Copa cuando sólo faltaban 5 minutos para la conclusión, forzando la prórroga donde el Barça se proclamaría campeón de una competición que por entonces tenía mucho más valor – había mucha más igualdad entre los equipos – y sobre todo, el poderoso remate de exterior, sin dejar caer el rechace de Molina, que envió al fondo de las mallas contra el Atlético de Madrid en la inolvidable remontada de cuartos de final que terminó con un 5-4 para el Barça tras ir perdiendo por 0-3 al descanso.
Desde entonces, Pizzi que ya era respetado por su ejemplar conducta y entrega, pasó a ser un ídolo. “Macanudo Pizzi” comenzó a llamarle el barcelonismo tras ese histórico gol. Fue Joaquím María Puyal en ‘Catalunya Radio‘ quien promovió el sobrenombre al narrar el gol de Pizzi al grito de “Sos Macanudo“.
La temporada siguiente se produjeron muchos cambios, pero Pizzi tampoco se vio beneficiado. Salió Ronaldo, pero llegó ‘Sonny‘ Anderson, un delantero muy del agrado de Louis Van Gaal – quien relevó a Robson en el banquillo , y Pizzi volvió a ser suplente, lo que propició su salida al finalizar la temporada.
Pizzi era uno de esos delanteros “de área“, fuerte, fajador, con instinto y sobresaliente en el juego aéreo. No me cabe la más mínima duda de que hubiera triunfado en el Barça de haber sido titular indiscutible, pero no llegó al Barcelona en un momento indicado para eso. Con todo, Pizzi es el mejor ejemplo, de que se puede marcar una época incluso siendo suplente.
Este Sábado el Camp Nou vivirá un momento emocionante al reencontrarse con Pizzi casi 16 años después. Esta vez será como rivales, pero suceda lo que suceda, Juan Antonio Pizzi, siempre será “nuestro macanudo“.
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El Barça se divierte y deja claro que la actitud no falta (5-1)

Quizás estaban extra-motivados buscando hacer pagar al Levante haberles quitado dos puntos en la Liga, pero el caso es que más allá del abultado y justo marcador final, la imagen del equipo peleando desde el principio hasta el final, ilusiona.

Siempre me gustan esos detalles. Partidos que no aportan nada. Con muchos cambios en el once titular. Sin embargo todos corren y van a una. Buenas piernas y mejor mente. El Barcelona, a pesar de comenzar perdiendo 0-1 por el “suertudo” gol del Levante tras un remate de Vyntra que rebotó en Sergi Roberto, terminó goleando por 5-1 con toda justicia.

No menos cierto es, que contó con la involuntaria colaboración del portero Javi Jiménez, quien se mostró muy desconcentrado durante toda la eliminatoria. Ya en el partido de Ida pudo hacer más en algunos de los goles anotados por Tello. Hoy su actuación fue especialmente deficiente en el 1-1 de Adriano, el 4-1 de Alexis y el 5-1 de Cesc Fábregas, sin embargo, más allá de los goles, el Barça era quien fabricaba esas buenas situaciones de gol, con un fútbol ágil, alegre y solidario durante los 90 minutos.

Nunca es fácil ver un partido tan bueno con tantos cambios, un horario tan lamentable – ¿alguien va a hacer algo o acabaremos jugando con el Camp Nou vacío a las 00:00 de la noche? -, una climatología desfavorable – aunque favorable para que la pelota circulase al mejor ritmo – y una ventaja tan grande en el marcador.

No digo que haya que lanzar las campanas al vuelo por ganar 5-1 a “los reservas del Levante“, pero reconozco que me transmite optimismo y confianza la buena actitud del equipo. Otra cosa es, como ya dije varias veces, el aspecto táctico en partidos muchos más igualados. Pronto saldremos de dudas en ese sentido. Mientras tanto, trámite de resuelto. El equipo en semifinales de Copa, y a seguir.

Entre otros aspectos positivos, destacar que el equipo terminó sin problemas físicos. Carles Puyol anotó un gol, e Ibrahim Afellay disputó más minutos, sin resentirse de sus problemas físicos.

Vamos Barça

Barcelona 5-1 Levante. Visualiza aquí el resumen y los goles del partido

¿Por qué "el bajón" del Dortmund?

Foto / Reuters

Imparable en el final de la pasada temporada. De repente comienzan a llegar rumores de que “Lewandowski se va“, justo tras su noche europea más grande desde 1996 – el 4-1 al Madrid -. Esos rumores tenían algo de real, el Bayern estaba cerrando el acuerdo con el jugador para la siguiente temporada, pero lo peor para el Dortmund es que se oficializó la venta de Götze al Bayern, un golpe durísimo para la entidad y el entorno.

¿Cómo reaccionó el Borussia Dortmund? Pues fenomenalmente bien. A punto estuvo de ganar la final de Champions sin Götzeque estaba lesionado -, posteriormente se hizo con la Supercopa de Alemania ante el Bayern de Pep y estuvo imparable en la Bundesliga. Llegó líder a la jornada 11 con 9 victorias, 1 empate y 1 derrota, pero justo antes de enfrentarse al Bayern, caía en Wolfsburgo por 2-1 y en el decisivo partido ante los de Guardiola eran goleados por 0-3. A partir de aquí fueron 5 los partidos disputados, tres de ellos en casa, y el Borussia ha ganado uno, empatados dos y perdido otros dos.

¿Cómo es posible que un equipo que “juega de memoria” y que todavía cuenta con las “herramientas” para ser tremendamente competitivo, puede cambiar tanto en cuestión de una semana?

Puede ser por un factor físico – mala preparación o lesiones muy importantes – y también puede ser un problema anímico, que en este caso, es por el que más me inclino, a pesar de que el Borussia ha padecido las importantes bajas de Hummels y Gundogan entre otros.

En cuanto vieron que el Bayern se escapaba a 5 puntos, el mundo se les vino encima, y ahí sí empezaron a doler las salidas de Götze, la de Lewandowski se hizo oficial más tarde, pero eso en el vestuario se sabe – y los rumores que apuntaban a que Hummels, Gundogan e incluso otros jugadores como Reus o Subotic, podrían dejar el club a final de temporada. ¿Cómo motivar y unir a un grupo así?

Diferente es, por ejemplo, cuando un equipo juega “finales” como las que el Dortmund jugó en la Champions ante Napoli y Marsella, donde estaba obligado a ganar para poder pasar a octavos. En medio de su “crisis“, los jugadores consiguieron abstraerse y sacar su mejor rendimiento, pero el gran problema, es que cuando existen estas “rencillas internas”, a poco que el rumbo se tuerce, los resultados cambian drásticamente como nos ha enseñado el Borussia Dortmundy recemos para que esto no pase en el Barça, si por lo que sea se tropieza un par de veces en la Liga, y a alguien le da por recordar que Neymar ganó más que ellos sin vestirse la camiseta… -.

En los próximos meses, no puede distraerse, pues además de la Copa y la Champions, en la Bundesliga su posición dentro de la “Zona Champions” peligra, ya que el Leverkusen le supera, el ‘Gladbach le iguala y el Schalke 04 y el Wolfsburg están a tan sólo 2 y 3 puntos respectivamente de alcanzarles.

El actual Borussia Dortmund, sin duda, un claro ejemplo de la tremenda importancia que tiene en el fútbol la situación emocional de sus jugadores. La falta de concentración por apatía, el bloqueo mental por ansiedad, la ausencia de agresividad por depresión… Con que un jugador padezca cualquiera de estos síntomas, puede contagiar al resto, condicionando así tremendamente, el nivel competitivo del equipo. Es la delgada línea que separa el éxito del fracaso y que condiciona las “inercias” ganadoras o perdedoras.

Pellegrini, ídolo ‘citizen’

No lo hizo mal Roberto Mancini, a pesar de que fue continuamente atacado desde los medios. Es cierto que el jeque Al-Fahim y Txiki Begiristain, pusieron a su disposición una plantilla de tremenda calidad, pero no menos cierto es, que el Manchester City carecía de estructuras futbolísticas, de una “base”. Competir ante equipos mucho más formados como el United, el Arsenal, el Chelseaque no tenía a Mourinho pero casi siempre mantuvo una línea deportiva similar desde su fichaje en el 2004 -, era una tarea compleja y más si tenemos en cuenta que cada año Mancini tenía que afrontar numerosas altas y bajas.

Además de conseguir meter al Manchester City en puestos Champions durante tres temporadas consecutivas, nadie podrá quitar a Mancini el mérito de haber ganado una ‘Premier‘ – además de una ‘FA’ Cup y una ‘Community Shield’ -, aunque es completamente cierto que su última temporada fue muy desilusionante. Cuando casi todos esperaban que el City diera un salto de calidad y pudiera competir al máximo en todas las competiciones, el equipo bajó su rendimiento y el control del vestuario – con Balotelli en su versión más “adolescente” – pareció escaparle de las manos por completo.

Además de estos problemas. Lo que más se le recriminó a Mancini, y con razón, fue el no haber conseguido imponer un estilo de juego claro. Su idea era la de ganar a partir del balón, pero eran numerosas las veces en las que el equipo se veía obligado a renunciar a ello, dando claros síntomas de no estar lo suficientemente bien dirigidos.

Mancini salió y Txiki apostó por Pellegrini. El técnico chileno tanto en el Villarreal como en el Málaga, empleó esquemas y jugadores muy parecidos a los que Mancini estuvo empleando en el City durante tres temporadas. Un 1-4-4-2, con centrocampistas muy técnicos como Silva o Nasri y delanteros complementarios como el “Kun” Agüero (Jovetic) y Negredo (Dzeko).

El City de Pellegrini perdió los dos primeros partidos de pretemporada, llevando la confusión a unos seguidores no del todo convencidos por el fichaje del chileno para el banquillo ‘citizen‘. A partir de ahí, las cosas comenzaron a ir mejor, y sin duda el punto de inflexión fue la victoria por 2-3 en Münich. Desde entonces, el equipo de Pellegrini ha ganado 14 de los 15 partidos que ha disputado – empató 1-1 ante el Blackburn en la Copa, sin mayor consecuencia, ya que luego les goleó por 5-0 y les eliminaron – y en el día de ayer consiguieron arrebatar el liderato de la ‘Premier‘ al Arsenal, pasando a depender de sí mismos para conquistar el campeonato por cuarta vez en su historia y segunda vez en las últimas tres temporadas.

Por supuesto, queda mucho por delante. El próximo Lunes, un tremendo partidazo contra el Chelsea de José Mourinho en el ‘Etihad Stadium‘, pero es que además el City sigue vivo en todas las competiciones ( finalista de la Copa de la Liga y en octavos de final de la ‘FA Cup’ y de la ‘Champions’) y la plantilla da una sensación de ilusión y compromiso, que dista mucho de lo visto en temporadas anteriores.

El nivel de juego ofrecido, a mí personalmente me sigue provocando dudas. En los días previos al enfrentamiento contra el Barça, hablaremos de ello. Pero sí que es cierto, que el City tiene más controlados los partidos que con Mancini y da la sensación de tener más claro lo que hace, a pesar de que en determinados momentos parece que, como sucedía con Mancini – con mayor frecuencia -, se ven obligados a recular por la incapacidad de organizar ataques más ordenados posicionalmente hablando.

Sus ataques son muy directos y eficaces (2’95 goles por partido en la jornada 23, le convierten en el líder más goleador de las grandes Ligas europeas), sea en contragolpe o en transiciones largas, pero quizás también son víctimas de esa verticalidad y no sé hasta qué punto Pellegrini puede modificar esta situación en base a las circunstancias – o sea, en base al rival que se ponga delante -.

Quemado” en Madrid injustamente. Triunfador en Villarreal y Málaga. Manuel Pellegrini sigue demostrando en Manchester, que es un entrenadorazo y veremos hasta donde es capaz de llevar al City.

Encuestas para saber si Messi merece mejorar su contrato…

Foto / AFP

Dudo que alguien, que a estas alturas siga repitiendo “sí, pero Bale…” o “sí, pero Florentino y Aznar…“, vaya a entrar en razón, pero como sé que muchos están dubitativos y sobre todo para que no crean que aquí impera el “dice esto, porque odia a Rosell“, elaboro este pequeño post que a mí personalmente me parece tremendamente significativo.

Si vais al mismo medio donde hoy se ataca a Guardiola, a través del intermediario “J.V.“, encontraréis en estos momentos un apartado donde se pide la opinión de los culés para saber “si Messi merece un aumento de contrato“.
Yo no voy a entrar en ese debate, porque el hecho de hacerlo me parece invitar a Messi a salir y de hecho si yo fuera él me iría. La reflexión que sí quiero realizar y que realicéis conmigo es la siguiente: ¿Cómo es posible que los mismos que quitan hierro a haber pagado 86’2 millones de euros por Neymar, además de 44 millones de euros de ficha, por un jugador que acababa contrato el próximo mes de Junio, ahora sí se preocupan de la economía del club cuando hablamos del mejor jugador de la historia de este deporte y que ha dado 3 Champions, Ligas y una grandeza que jamás había tenido el Barça en su historia?, ¿Por qué no se preguntó al culé, que le parecía pagar 86’2 millones por un jugador que todavía no ha jugado en Europa y que terminaba contrato en 2014?
Todo esto llega el mismo día en que se asegura que “ya están manos a la obra para renovar a Messi“, a pesar de que hace unas horas se dijo que había tiempo para renovarle y querían sentarse a hablar con calma“… ¿pero qué calma?, ¿qué hay que hablar? Ya dije en su día, que si existe una manera de echar a Messi, es la misma que con Guardiola, provocándole para que él quiera irse, y eso es lo que se está haciendo. Primero haciendo que Neymar con los 100’5 millones de euros que va a recibir a razón de 5 temporadas, haya cobrado más que él en todos sus años en el Barça. Segundo enviando a los intermediarios a realizar encuestas como estas. Tercero, dejando a Faus que suelte recaditos que sólo corrige cuando el jugador realiza otra exhibición memorable ante el Getafe.
La renovación de Messi no es un “éxito”, es una obligación. De hecho que todavía no esté cerrada y que se haya hecho el contrato a Neymara escondidas” – lo de que la cláusula de confidencialidad la puso el padre del jugador, no puedo decir que sea falso, pero sí que no me lo creo ni mínimamente, aunque obviamente a ellos también les convenía que no se supiera –, para que cobrara en conjunto más que él, es un insulto hacia el trabajo del jugador. Insulto del que nadie está hablando, pero sí se habla sobre si “Messi merece un nuevo contrato“.
Lo triste es que haya barcelonistas, que no sólo no quieran verlo, si no que vengan aquí a acusar de “desestabilizar” a todos los que no estamos de acuerdo con esta gestión, cuando si alguien ha desestabilizado es quien ha pasado por encima de la Dirección Deportiva del club, para hacer una operación absolutamente chapucera en lo económico, que posteriormente ha repercutido en lo institucional y veremos si en lo deportivo, como continuemos con esta calamitosa tardanza para convertir a Messi en lo que merece ser, el futbolista mejor pagado del planeta.
Con Neymar no escatimo en gastos, pero con Messi sí“… Alucina vecina.